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El África de Mandela

 
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Escritor: Juanjo Olasagarre.

1997. Han pasado apenas tres años desde que se pusiera fin al apartheid, y desde que Nelson Mandela -tras casi 30 años en la cárcel- es presidente de La Nueva Sudáfrica .
Y es que hasta hace muy poco y durante casi 50 años, un 10% de la población sudafricana, blanca, mantuvo al restante 90% de la población, de color, en una posición de marginalidad y de exclusión que hace que recuperar la necesaria autovaloración y dignidad no sea nada fácil.

Así que, estamos en 1997, cuando el escritor y profesor Juanjo Olasagarre decide emprender viaje a Sudáfrica y comprobar por sí mismo cuáles fueron las huellas que dejó el apartheid, así como ver cuál es la situación actual de esta Nueva Sudáfrica de Nelson Mandela.

Seis meses duró este recorrido. Nos lleva a las ciudades más relevantes, en las que siempre nos dice: “no consigo acostumbrarme a estas geografías duplicadas consecuencia del apartheid. Siempre la ciudad y su doble: Johannesburgo con Soweto; Ciudad de El Cabo con Guguletu ….. Dos ciudades, dos realidades, dos modos de vida: el de los blancos y el de los negros”.


En su recorrido, además de visitar las ciudades con sus guetos, también entrevistará y se codeará con gentes del lugar, como afrikáners (blancos de origen holandés), ingleses, que no disimularán en reconocer sus prejuicios: “La diferencia entre un racista y un turista en Sudáfrica, es …: dos semanas de estancia”. Además también nos reproduce conversaciones con coloureds (mestizos), negros, y variadas entrevistas a políticos de cada una de las representaciones políticas, así como a escritores de diferentes orígenes, y como guinda del pastel una escueta entrevista al encantador y conocido Desmond Tutu, ya que en 1997 era el presidente de la Comisión por la Reconciliación y la Verdad; el organismo creado para tratar de dejar constancia de los sufrimientos vividos, que no buscaba alivio en la venganza, sino el reconocimiento de lo sucedido, la amnistia si era necesario y poder seguir camino en la construcción de una Nueva Sudáfrica. 

Si bien Mandela fue una figura decisiva en la pacífica transición que evitó un conflicto sangriento que parecía inevitable, porque cómo decirle “tú no sabes por lo que hemos pasado a una persona que pasó cerca de 30 años privado de libertad". También comprueba este escritor un desencanto en la población sobre lo que Mandela realmente pudiera hacer, y es que tras esos tres años de gobierno, las olas de violencia y delincuencia por la marginalidad parecen estar subiendo a cotas que suponen para muchos un peligro incluso mayor que lo que fuera el apartheid. Y aquí me viene a la mente el comentario que este escritor nos recuerda que ya en los años de dominio del blanco decía Desmond Tutu: “Dejad de tratarnos como alimañas antes de que sea demasiado tarde”.

Este libro lo leí hace unos 15 años, y me resultó muy interesante, ameno, y útil para conocer un poquito mejor el problema sudafricano.

Una muestra de chiste de los que van circulando en reuniones de amigos sudafricanos: “¿A que no sabes por qué Steve Wonders está siempre sonriendo? Porque no sabe que es negro”

Me despido  con algo que conviene recordar para vigilarnos un poco. A propósito del racismo, se defiende un amigo afrikáner diciéndole a nuestro escritor vasco:
“¿Dices que yo soy un maldito racista?¿y tú no? Mira: a los alemanes les encantan los negros, pero odian a los turcos; los australianos, en cambio, adoran a los negros y a los turcos, pero no pueden ver a los chinos o a los vietnamitas; …... Nadie es racista con quien vive lejos. Sí lo es, en cambio, con su vecino”.

NOTAS:
(I).- Resumiendo, el reparto de la población es:
1.- Sudáfrica cuenta aproximadamente con: un 80% de negros; un 10% de blancos; un 10% de coloureds (mestizos); y luego otras minorías como la hindú, portuguesa, italiana, etc. El cristianismo está muy arraigado en la población negra por la gran labor de los misioneros, que tan buenos personajes han dado, como el mismo Mandela, y Desmond Tutu, entre otros, y que es para mi gusto lo mejorcito de Sudáfrica.
2.- La población blanca está constituida por los afrikáners (descendientes holandeses fundamentalmente), y los ingleses. Los afrikáners hablan el afrikaans, una especie de dialecto del holandés. Iglesia reformada holandesa (creo que calvinistas).
3.- La población coloured son fundamentalmente asiáticos. Una especie de mestizos, de sangre afrikáner mezclada con malasios, de cuando los holandeses (afrikáners) trajeron a Sudáfrica esclavos principalmente de Malasia. De religión musulmana mayoritariamente.
(II).- Resumiendo mucho. La política queda establecida así:
1.- El Partido Nacional (NP): Partido de los afrikáners. Son los que implantaron el apartheid.
2.- El Congreso Nacional Africano (ANC): es el partido de Nelson Mandela. Fundamentalmente de los negros. Ahora se dice que es multirracial.
(III).- LO MEJOR: Lecturas recomendadas:
1.- Las confesiones verdaderas de un terrorista albino de Breyten Breytenbach, un escritor y pintor afrikáner y por tanto blanco (supongo que por eso lo de albino, jeje), que en su lucha contra el apartheid acabó pasando en la cárcel 7 años, que es donde escribió este libro.
2.- El año de la tenia de Chris van Wyk, un escritor coloured que se considera a sí mismo negro, y que ha optado por describir los años del apartheid desde el sentido del humor. Dice él: “si repasas las leyes del apartheid, te encuentras con que hacer una lectura surrealista de ellas es lo más fácil del mundo por lo descabelladas”.
3.- "Cry, the beloved country", es decir "LLanto por la tierra amada", una novela escrita por Alan Paton, que nuestro escritor vio que se encontraba en todas y cada una de las casas de afrikánes, ingleses, coloureds.... Una insufrible novela (dice él) y que a mi me ha encantado.
4.- Nada más aterrizar este escritor y profesor vasco en Ciudad del El Cabo, le dice de forma despectiva un afrikáner al ver que llevaba una novela de Nadine Gordimer ¿no estarás leyendo a Nadine Gordimer?, ésa es una kaffirbootie (literalmente "hermana de los negros", es decir: que está del lado de ellos).


20 comentarios:

  1. Parece un libro muy interesante y que a buen seguro leerá mucha gente una vez que Mandela muera. La frase con la que cierras la reseña es muy muy cierta.

    Besos!

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    1. Narayani,
      Viene con un mapa de Sudáfrica, con una breve cronología por años de la historia de Sudáfrica, y un glosario de términos.
      A mí me sirvió de mucho.

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    1. Sí, sí lo es. Este libro fue el que me enseñó un poquito sobre lo poquito que sé de Sudáfrica. En más de una ocasión he tenido que ir a él para refrescar quiénes eran los bóers (afrikáners), los coloureds, que si el ANC, que si el PAC, y cosas así. Hizo un buen trabajos este periodista vasco :D

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  3. Querida Icíar, Después de haber leído “El conservador”, y algún otro relato de la autora, uno se puede hacer una idea de la forma de vida en la Sudáfrica del apartheid, o segregación racial.

    Sin dejar de creer que es cierto esa frase final con la que cierras tu reseña, y que en el caso de España, en aquella época habría hecho una clara alusión a los gitanos, hace tan sólo unos años con el boom de la inmigración fueron los magrebíes, y después los rumanos o búlgaros. Sí es cierto que el ser humano tiende a segregar, pero no creo que sea por la raza sino por la miseria. Segregamos al pobre. Pero para segregarlo hay que tener Poder y Seguridad, y eso lo da el dinero, y eso es lo que tiene ese 10%. Y este, en definitiva era un pequeño mundo hecho a escala.

    El 10% es rico y es listo, y sabía que, o había un Mandela o se acabó lo que se daba, así que había que darle espacio y dejarle hacer su trabajo para evitar la rebelión y que nadie (del 10%) perdiera nada, sobre todo la vida.

    Para entender Sudáfrica hay que entender África, y para entender África, como llegué a comprender al leer a Kapuściński, hay que conocer su historia, vivir de su tierra y beber su agua...

    Mama mía!!!! me pongo a hacer un comentario y casi hago una reseña jajaja

    Que me ha gustado mucho tu reseña y que me hayas presentado este libro (que yo, en mi habitual ignorancia, no conocía) y que como siempre feliz con esas notas que siempre nos dices que son para ti, pero que a los demás nos vienen de perlas.

    Feliz finde, y como por aquí ya llegó "la calor", feliz veranito. Besicos !!! :P


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    1. Susana,

      ¡Vaya temita, querida! Esto da para entretenernos. Estamos de acuerdo en que somos así, con esa tendencia a buscar la diferencia, a clasificar, y los ingleses con su complejo de superioridad de imperio británico fueron únicos para esto, jeje. Fíjate que en este libro, una política (afrikáner) del l Partido Naciinal, que fue el partido que implantó definitivamente el apartheid, echaba culpas a los ingleses por esa inquina clasificadora.
      Sé a lo que te refieres de que es más fácil segregar al pobre que a la raza. Estoy contigo a medias. Para mí con el pobre no se disimula, el desprecio es abierto, y con el rico, la crítica es más disimulada, pero esto está, yo lo encuentro incluso en una misma familia, si te fijas, incluso aquí buscamos la diferencia, pero esto es hablando exagerando. No sé quien dijo que este mal se cura viajando mucho e incluso aprendiendo la lengua del otro. Voto por eso también. :D
      Pero con lo que sí no estoy de acuerdo es en darle esta "medalla" al dinero. El dinero trae muchas cosas malas, sí, pero a veces incluso la pobreza es más cruel en las clasificaciones y en ejercer la marginación.

      Ese libro de Kapuscinski lo tengo en la mesilla de noche esperando turno. Así que ya te cuento.

      Me encantan tus comentarios, así que moltísimas grazies por tus enriquecedores y polémicos comentarios.

      Un besico

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    2. Fue el Unamuno el que dijo que el racismo se cura viajando (y leyendo). Esas son las cosas que más me gustan, bueno, y una buena conversación no la cambio por casi nada.

      El dinero, (no me creo diciendo esto, será que ya he viajado mucho y leído más) no hace miserable a la gente, eso de ser más disimulados es gracisoso (y cierto) pero el que tiene dinero puede acceder a una buena educación, y a viajar... Y es posible que eso le cambie, pero claro, también puede serguir siendo el más miserable de los hombres. Lo malo es el que no tiene opación a nada, como en grandes zonas de África ... ( lee ese libro de Kapuscinski que tienes en la mesilla jejejej)

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    3. Susana,
      jajaja, ¡que no te crees diciendo eso! ¿dónde he visto hace poco un comentario de un desencantado que dice algo así: "muéstrame a alguien que cambie de opinión con 50 años y tendré esperanzas"? cambiar de opinión es evolucionar, así que me alegro.
      No puedo alegar nada, me gusta todo lo que dices. El que no tiene opción a nada, te podrá decir: ¡oye!¡a mí no me vengas con milongas de ecologismo, solidaridad, paz y amor y el plus al salón y cosas similares jeje! porque el que no tiene nada, ha debido de ver y vivir cosas, que ni tú ni yo podemos imaginar.
      El libro de la mesita de noche tiene que caer (muñequito-emoticón moviendo la cabeza de arriba a abajo con una sonrisita).

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    4. Por cierto, creo que la frase de Unamuno que chungamente dije, fue a ti a quien se la oí primero (que conste en acta :P)

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    5. Hay que ver cuanto juego da la frase de Unamuno... Pero es que era un gran pensador al que no sé biein por qué no se ha respetado lo suficiente. Habrá que retomar y compartir alguna lectura suya :D

      Besico!

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  4. Un tema muy de actualidad. Lástima que a todo buen y justo hombre le suela rodear una jauría de familiares impresentables.
    Ojalá no sufra en este tránsito que parece ser el último.

    Un saludo a todos y muy buena recomendación.

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    1. UnSurConMuchoNorte,
      Sí, yo creo que Gandhi, y probalblemente Mandela, murieran un poco decepcionados. Para mí tienen razón, aunque también soy consciente de lo difícil que es no dejarse arrastrar por lo que ellos evitaron, y fíjate que creo que no es solo bondad, sino la postura inteligente, pero hoy todo esto ya queda casi como algo de lo más ridículo, pero tenían razón.

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  5. Acertada frase con la que cierras tu reseña, por desgracia... Y un libro muy interesante, que me llevo, como no, apuntado.
    Besotes!!!

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    1. Margarí,
      Pues claro que sí, es de lo más ameno y didáctico. A mí me vino genial :D

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  6. Icíar me has dejado con la miel en los labios y veré si puedo conseguirlo por acá.
    Así que mi querida Nadine era una hermana de los negros...(ya es mi querida ehhh, su libro ha creado raíces en mi alma...en cambio la Jelinek ayyyyy)
    un beso,
    Ale.

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    1. Ale (Blibliobulímica),
      Jajajaja (risas por lo de Jelinek), me he acordado mucho de tí por el libro que escogiste de ella, no lo he leído pero me podía imaginar el mal cuerpo que te podía dejar, jajaja.
      En este libro, empieza con la referencia justo de Nadine Gordimer, porque el escritor en el avión de camino a Ciudad de El Cabo lleva una de sus novelas, y claro, el amigo afrikáner (descendiente de holandeses), cuando lo recoge no puede evitar ver el libro y censurarlo :D

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  7. Me has pillado con todo el equipo, Icíar.
    No conocía el libro de nada y me parece una opción interesantísima. Te lo robo
    Besos

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    1. Mientrasleo,
      ¡Y encima lo puedes entrevistar! ¡Eso estaría genial! :D

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  8. Interesante para conocer mejor Sudáfrica.
    Qué gran realidad el párrafo sobre el racismo con el que te despides.
    Un abrazo

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    1. Blanca,
      "La diferencia entre un turista y un racista son .. dos semanas de estancia en Sudáfrica", así se defiende otro sfrikáner de los "estirados" europeos, como se dice en el libro, jeje.

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