Escritora: Najat El-Hachmi
Es verdad que hay “profecías”
sobre las mujeres marroquíes que nos suenan bastante. Una de ellas
es la de que inviertas lo que inviertas en su educación e
integración, es dinero que se llevará el viento, pues una vez estén
en la edad, se pondrán el pañuelo, se casarán, tendrán hijos, y
nunca más se sabrá de lo que un día pudiéramos haber pensado o
pudieran haber pensado ellas, que podrían haber conseguido para sí
mismas y su comunidad.
Desde fuera, nosotras, tan integradas
en nuestra propia cultura, de la que obtenemos una vida llena de
posibilidades, -al menos por comparación, porque esto sería otro
tema- también obtenemos ese otro alimento necesario y que no se haya
en riesgo; me refiero al vínculo cultural que como si de un lazo
familiar se tratara, nos da el cobijo emocional de la pertenencia tan
necesario.
De esta forma, nos es más fácil tener
muy claro que nunca jamás volveríamos a La Casa de Bernarda Alba,
tan vigilante de cosas como el honor, la reputación, las
apariencias y sobre todo la virginidad, allí recordamos, vivían
sometidas las mujeres, a las cuales la colectividad negaba su
desarrollo como individuos, y en la que el hombre, en comparación,
es malcriado y consentido. Y digo esto, porque la comunidad marroquí
descrita en esta novela recuerda la atmósfera opresiva de esta obra de García Lorca.
Por suerte, no tenemos que enfrentarnos
a elegir entre tener que ir cojas por la vida en un mundo para el cual
pudieras ser una especie de intrusa, o formar parte de un mundo al
que perteneces por nacimiento, pero que ahora ya te queda demasiado pequeño
“La hija extranjera” nos ofrece
precisamente ese viaje emocional al que se enfrenta una
joven marroquí de 19 años que se encuentra en la frontera de estas
dos posibilidades que ofrece el pertenecer y no pertenecer a la vez a
dos culturas distintas: la marroquí de origen y la española de
acogida.
Me despido con una cita (no totalmente
literal) de la novela: “¿Cómo ser uno mismo sin ser para tu
comunidad de origen, pero al mismo tiempo ser tú mismo sin ser
contra ella?”
NOTAS PERSONALES
- Najat El-Hachmi, es una escritora española de origen marroquí, nacida en 1979.
- Me ha gustado mucho cómo utiliza ciertos elementos como símbolos para aportar significados. En concreto me he fijado en cuatro: :
- La lengua: La utilización de la lengua como forma de expresar, entender, vincularse, y ser en una cultura;
- La herida de A: A es un muchacho español que acaba rechazándola. Lo tomo como un símbolo de lo que es el país de acogida, y de cuyo rechazo surge la duda de ser comprendida en él. Así como, el símbolo de nuestra indignación -sincera- hacia el destino del inmigrante, pero también, la pasividad -de forma inconsciente- hacia ese mismo destino que nos indignaba.
- La figura de la madre: cuyo amor representa el vínculo con su cultura de origen. En ella se encuentra el miedo a perderla y a la vez, el dolor por hacerle sufrir por ese alejamiento de lo que ella representa, porque llegar lejos en el país de acogida, sería como alejarse de su mundo de procedencia y más dolorosamente de su madre.
- Y el pelo, tan rizado, tan de inmigrante. Un pelo además que nace indomable, pero que desde pequeña se ha querido domar: alisándolo, suavizándolo, coloreándolo. “nuestra lucha común (la de la madre y la hija) contra aquella inherencia rizada”. SPOILER: Cuando ella consigue al fin encontrar el equilibrio de ser ella misma, en una cultura de acogida, y una cultura de nacimiento. Cuando consigue esa libertad, esa independencia, cuando ya estos mundos no compiten, dice algo así: Si mi pelo de naturaleza indomable hasta ahora había sido sin embargo un pelo domable. Ahora que ya no me interesa tratarlo, parezco sin embargo, más marroquí que nunca. FIN DEL SPOILER.
- La comunidad marroquí descrita en la novela, son los emigrantes de bajo nivel económico, que vinieron sin apenas saber leer o escribir. Y que una vez en España van abocados a seguir ocupando las clases más bajas, así como vivir en barrios determinados. “En tu ADN están inscritos el atraso e inferioridad”. Los esfuerzos gubernamentales, a través de instituciones y asociaciones para facilitar la integración también quedan reflejados en esta novela.
- Muy llamativo la atención que la autora misma hace sobre el retroceso de su comunidad, al volverse hacia unas costumbres propias de la religión mucho más exigentes que antes, influenciados por imanes que llegan no se sabe de dónde.
- Hay un episodio lésbico que al principio me sorprendió bastante porque no me parecía nada creíble. Al final, sin embargo, este episodio, visto como recurso literario, no me ha parecido tan mal pensado, hasta el punto que podría destacarse como un quinto símbolo, porque tal y como la comunidad marroquí es descrita, en la que hombres y mujeres aparecen tan compartimentados, no pudiéndose retroalimentarse los unos con los otros, necesariamente tiene que conllevar a la carencia emocional que bien pudiera hacer que “ellas, tal vez consigan satisfacer sus necesidades afectivas, su deseo de amar y ser amadas, a través de algunas de estas relaciones de amigas”.
Segunda reseña que leo hoy de este libro. Una temática interesante. Creo que me puede gustar así que me lo llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margarí,
EliminarSí, seguro que sí.
Precisamente vengo de leer una reseña de esta novela. Y pinta muy muy bien =)
ResponderEliminarBesotes
Hola Shorby,
EliminarYa somos dos para convencerte, jeje
Icíar:
ResponderEliminarayyyy pero que buena reseña que te ha quedado. Un placer haberla leído en compañía porque siento que le saqué mucho más jugo :D que buenas las notas ¡y hasta spoiler hay! ¿qué más se le puede pedir a la vida! jajaja
"no tenemos que enfrentarnos a elegir entre tener que ir cojas por la vida en un mundo para el cual pudieras ser una especie de intrusa, o formar parte de un mundo al que perteneces por nacimiento, pero que ahora ya te queda demasiado pequeño" me ha encantado esta cita porque creo que es el dilema existencial de la protagonista precisamente.
Que bueno que no te había leído antes de poner mi reseña, que si no, ni la ponía. No se puede decir más, ni mejor ;)
un beso,
Ale.
¡Hola Ale!
EliminarPara mí también ha sido fantástico. Ahora ya tenemos que ir pensando en ¡¡¡¡ El jugador de Dostoyevsky !!!!
Muchas gracias, y qué graciosa eres a la hora de echarme un piropo, jajaja.
Me había fijado en el libro pero no sabía si me podía gustar. Ahora, tras leerte, creo que sí, a ver si me decido ...
ResponderEliminarbsos!
Hola Rossy,
EliminarEs además una lectura que resulta agradable además de actual.
Es un tema algo escabroso para mí, ya sabes, israelí, judío, sionista... según mi experiencia en Marruecos y en Israel, la única solución es que la mujer no esté supeditada al hombre y disponga de libre albedrío, que se nivelen las balanzas según las creencias musulmanas. Me parece magnífico que una mujer musulmana decida llevar pañuelo y dedicarse a una vida familiar, criar hijos y demás... si sale de su propia voluntad y espiritualidad. Si viene impuesto por leyes o por el marido entonces no. Marruecos es bastante liberal en las grandes ciudades y las mujeres van a la europea, lo mismo ocurre en Israel, no hablo de Gaza y Cisjordania sino del resto del país, ciudades como Nazareth o Belén. La analogía con La casa de Bernarda Alba me parece muy acertada, la única forma de evitar estos episodios es que la voluntad de cambia surja, si la mujer quiere que surja y que el resto del mundo la apoye y la integre acogiéndola y alejándola de las amenazas que pueden suponer para ella las leyes o su propio marido. Un beso Icíar.
ResponderEliminar¡Hola Yossi!
EliminarYo creo que me gustas por todas esas etiquetas que te has puesto, además de por tus gustos por la filosofía y lo culto que eres, (y aunque yo no sea sionista, me gusta conocer a alguien que lo sea, porque por aquí es casi una rareza, jajaja).
Lo que comentas es lo primero, no se trata de que todas las mujeres sean independientes al estilo occidental y 'moderno'. Si una mujer quiere dedicarse a ser ama de casa pues está muy bien, pero que no sea la comunidad la que te dicte qué papel forzoso puedes o no tomar, y que te estigmatice por no desearlo.
La protagonista de la novela no es una mujer cualquiera, es una mujer de capacidad intelectual, que a pesar de disfrutar leyendo a filósofos alemanes, y tener curiosidad por infinidad de cosas, es algo que no se valora sino como un defecto, y por eso el tener que elegir: entre ella misma y su comunidad.
Lo que comentas de la diferencia de la ciudad y el campo es importante. Yo ya me había fijado que la comunidad marroquí descrita, es la parte menos educada a nivel de estudios, las gentes más pobres que sin cultura se vinieron aquí con sus supersticiones y atraso.
En fin, una pena, pero está así la cosa.
Lo que pasa es que mi sionismo es raro. Yo defiendo el derecho de los judíos de habitar la tierra de Israel, eso me hace sionista, creo en nuestro ius soli pero si defiendo el mío es lógico que defienda el de los demás: el árabe y el cristiano. Tengo mucha fe en las nuevas generaciones, se van a dar la mano y harán de la tierra un modo de convivencia que se reencuentra en una civilización de màs de 5000 años, y lo bueno es que lo veremos :)
ResponderEliminarEn cuanto a la mujer en el mundo árabe, hasta que no se equipare su estatus con el del hombre no hay nada que hacer, hay que darle plena libertad para hacer lo que quiera, si nace de su propia voluntad y espiritualidad está bien. En Israel, hay verdaderos modelos a seguir para las mujeres musulmanas, de uno u otro tipo u origen.
Y ahora el secreto, entre tú y yo. Menuchim viene de menucha, una palabra hebrea que significa consuelo, la reaparición final el justo eso ;)
Y más que comentar tú y yo debatimos Jajajaj, sin parar :)
Te refieres a un estado único pero que contenga a las dos naciones: israelíes y palestinos, con igualdad de derechos y deberes ¿no? Ojalá llegaran a conseguir algo así. Esta teoría (si no lo entendí mal) se la oí decir a Edward Said, como una solución, tal y como ya ha quedado la cosa. Que antes Israel debía reconocer los daños que habían producido a los palestinos, y resarcirles de alguna forma con juicios como los que hubo en Sudáfrica, que son más de reconocimiento de un hecho que de buscar castigos y venganzas. Y a partir de ahí crear algo que hiciera viable la convivencia.
EliminarA mí, me encantaría. Pero me sorprendería bastante, supongo que por lo acostumbrada que estamos desde siempre a tanto odio entre ellos. Pero, sí estaría bien, y supongo que en ese caso no haría falta utilizar etiquetas de sionistas o anti-sionistas.
Lo de la mujer, totalmente de acuerdo, en los países musulmanes y en la India, jajaja, es un atraso en el que no me gustaría verme.
¡Qué bonito saber que Menuchim tiene que ver con la palabra "consuelo"! Porque es lo que de verdad sentí en ese final del Job de Roth. Una sensación totalmente reconfortante.
Bueno, es verdad que debatimos, jajaja.
Bueno, el sionismo tiene que ver con lo que pasamos en Europa, lo que nos hicieron no tiene nombre, por eso defiendo el derecho a vivir en un Estado del que nadie nos pueda echar, defiendo el retorno de los judíos a Judea, hasta ahí llega mi sionismo. Yo, que soy de Jerusalén, estoy acostumbrado a las rencillas, a las situaciones que nos ponen en peligro a ambos pueblos, pero no creo en una supremacía judía sobre el territorio. No sé si tienes Instagram y me sigues pero hace unos días estuve allí e hice una foto con intención, en ella se ven las tres religiones representadas, nuestro Muro de las Lamentaciones, la Mezquita de Al Aqsa y el Monte de los Olivos, a mi espalda el Barrio Árabe, a mi frente el judío. No, no tiene sentido para mí la división territorial, no quiere decir que esté en contra, simplemente creo que las fronteras nunca son solución, ya se intentó y mira cómo acabamos. Tiene que ser una tierra compartida, de hecho, ciudades del norte como Nazareth son de mayoría árabe y viven muy bien. Los únicos que no tienen lugar en Israel son los radicales judíos y los terroristas árabes, el lugar de esta calaña está en la cárcel. Cualquier acto violento por parte de un judío o un árabe, me da igual, lo interpreto como un paso atrás hacia la paz y debe ser igualmente castigado. Voy a ver si te puedo poner un link de la foto....
ResponderEliminarhttps://instagram.com/p/75E7LmmUH6/?taken-by=yossi.barzilai
¿Qué sentido tiene separar? Hay que unir :)
Yo eso lo entiendo, Yossi, pero en ese derecho que comentas, se acabaron haciendo cosas muy mal para los palestinos. Puede que no hubiera otra forma, que eso sea la vida que avanza, pero es que es la parte que no puedo compartir, y supongo que tú tampoco.
EliminarEs un tema escabroso, y creo que más o menos, sabemos entendernos.
Llegado a este punto, lo mejor es no mirar atrás y hacer como dices, mirar hacia delante, reparar lo reparable (por eso hablaba Said de juicios al estilo de los que hubo en Sudáfrica tras el apartheid) y construir algo común en el que los dos bandos mayoritarios (lo digo para que Susana no me diga que nos auto excluimos (por lo de cristianas) jajaja). Tal y como lo cuentas.
Lo malo es que depende de ellos.
Los radicales, como los nacionalistas, lo enmierdan todo, porque quieren forzar llegar a un punto que es imposible, y en el camino ... más muertos, rencores y auto razones para seguir alentando lo mismo.
Supongo que nosotros sí podríamos crear ese Estado único binacional, jajajajaj. Ahora ...... ¿Qué nombre le pondríamos? Jajaja (es broma)
Qué interesante tu reseña, Icíar, y pienso que, como a Ale, leer el libro con vosotras me ha resultado muy satisfactorio por lo mucho me me habéis aportado. Un libro que parece intimista pero que resulta genial para el debate de cualquier tema conflictivo de la vida, cierto que previa reflexión personal, para aquellos que sois más reflexivos, of course! jajaja Qué bien traída Bernarda Alba, (que ya sabes que yo a la madre la tengo cruzada) qué bien seleccionados los textos, qué mirada tan abierta la tuya, así da gusto, y te diré que incluso el spoiler en las notas es perdonable ¡Solo por esta vez!
ResponderEliminarP.D.: Que no quería yo inmiscuirme en el tema que llevas con Yossi, pero ¿Porqué solo habláis de árabes e Israelies? ¿Dónde queda el tema con los cristinos que tan maltratados están en la zona por unos y por otros?
¡Mi querida Susana!
EliminarMe escapo del trabajo un momento para ¡defender a Yossi!, ¡que fue de lo primero que dijo!: "Yo defiendo el derecho de los judíos de habitar la tierra de Israel, eso me hace sionista, creo en nuestro ius soli pero si defiendo el mío es lógico que defienda el de los demás: el árabe y el cristiano"
Una vez dicho esto, me voy, pero para volver más tarde, con más tiempo, para darte los cariños que te mereces. :D
¡Pero bueno, Susana!
EliminarSe puede ser tan maravillosa, jajaja. Digo maravillosa intencionadamente porque .... ¿has visto lo bien que me has puesto?
Lo cojo como un piropo de amiga, y te digo lo mismo, leer en conjunto viene muy bien, lo estaba echando de menos. Parece que nos obligamos a pensar. Ahora ya a esperar a Dostoyevski, que igual acabamos entendiendo la ludopatía, seguro :P
Tienes razón con lo de Yossi, y perdón le pido por mi despiste. :(
Eliminar¡Y yo que pensaba que era para poner un poco de sal y pimienta al asunto! Jajaja, que te conozco ya un poquito. Había quedado bien.
EliminarDisiento jajaja. La situación d elos cristianos de Israel no peligra ni por un lado ni por el otro. Quedan pocos, muchos han emigrado y no me extraña porque vivían en los territorios ocupados, sí, sí, yo también los llamo así, cada cosa por su nombre por muy judío que sea. Los cristianos y los judíos colaboran en muchas ocasiones y la relación es buena, sin embargo, apoyan la causa palestina, hablan árabe y aunque pueda parecer contradictorio, una gran parte apoya también a Israel y se sienten israelíes. De todas formas, es difícil catalogar a los cristianos de Israel, hay tantos grupos en tan poca población... Este artículo os dará una idea
Eliminarhttp://www.elmundo.es/internacional/2014/10/08/5434f61cca4741c3258b4570.html
Muy interesante Yossi. Así que se puede decir que los cristianos son un colectivo inclasificable en su posición ante el conflicto, los hay de todos los colores. Si es que somos muy cosmopolitas, jajaja. El del artículo sí parece ser un cristiano de los que que sienten a Israel como su patria, y no Palestina.
EliminarY te sorprenderá saber que hay árabes que prefieren pasarse al modo de vida israelí porque es liberal y laico. Una serie que ha hecho furor en el país rodada en hebreo y árabe y hecha por árabes es un buen ejemplo. No obstante, respeto al máximo a quien quiera vivir y practicar la fe del Islam si nace de su espiritualidad y su ser y por supuesto tiene todo el territorio de Israel para hacerlo. Lo que me preguntabas del nombre del nuevo estado, fácil, que ellos lo llamen como más les guste. Israel reconoce dos idiomas oficiales: hebreo y árabe, un buen ejemplo: nosotros llamamos a Jerusalén Yerushalayim; la morada de la paz, y ellos la llaman Al-Quds, la Santa :)
EliminarSí, es verdad, y creo que en los pasaportes, si están escritos en árabe ponen Al-Quds. Si por nosotros fuera ya no habría conflicto, jajaja.
EliminarCreo que puede resultar un libro bastante interesante por su temática.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Blanca,
EliminarY muy actual :)