Stefan Zweig
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"El letargo del mundo es mayor que
en 1914. El hombre ya ni se conmueve si se vulnera y asesina lo
humano. Fue así en 1914 y lo fue de tal modo que se han hecho
esfuerzos por todas partes para explicar la bestialidad simplemente
con explicaciones bestiales que son aún más atroces que las
bestialidades"
(Joseph Roth, marzo de 1933)
He empezado con un párrafo de Joseph
Roth, tan descriptivo y a la vez tan ingenioso que es capaz de sonsacarte una particular sonrisa.
Se trata de un párrafo de entre los miles de
párrafos de interés que podría haber seleccionado de las cartas que se conservan de la correspondencia que existió en los años 1927 a 1938, entre Joseph Roth y Stefan Zweig, y que han quedado recopiladas en
el libro que hoy traigo.
Roth y Zweig, fueron por encima de todo
dos grandes escritores, diría que imprescindibles para situarnos en
el siglo XX. Ambos austríacos y también judíos, en un período de
la historia en que Austria dejó de ser el imperio austro-húngaro y
una negra sombra amenazaba como nunca al judío, asimilado o no.
Ambos fueron denostados por las
derechas y por las izquierdas de su tiempo.
Joseph Roth se nos presente como un
personaje brillante, algo inestable, en guardia ante la posibilidad
de convertirse en un animal doméstico, terriblemente lúcido en sus
observaciones y reflexiones, pero también fue un individuo original e
incluso gracioso, o como diría de él Stefan Zweig: "un loco
encantador" y siempre acompañando, - como si fuese el estribillo
de una canción -, sus quejas sobre la falta de dinero y sus muchas
deudas, y es que su gusto por el alcohol y mantener la buena conciencia del animal
que no quiere ser domesticado ¡vale un dinero!
Stephan Zweig, de espíritu viajero,
más ordenado que Roth, con una vida puede que más plana, más maduro, e incluso
sabio, generoso en sus observaciones sobre las personas, y con un
romanticismo e idealismo que probablemente le hiciera más complicado.
En esas diferencias en la forma de observar, esperar e influir en el
mundo, en una época en que se hacía difícil mantenerse al margen y
no opinar, resultarán importantes divergencias políticas. Ambos se
implicarán, aunque de forma distinta y a veces incompresible para el
otro.
Roth le diría en una ocasión a Zweig:
"en el fondo no le gustan las personas como yo, y con razón,
porque le sientan mal"
Van a salir temas interesantísimos, no
sólo se hablaran de sus propios libros, que al lector de estas
cartas le entrará la gula por hacerse con todos, ¡aviso!, sino
también se comenta cómo los escribieron, y lo que pensaron sobre
ellos; aparecen conversaciones sobre otros escritores contemporáneos
y las obras de estos; y fuera de la literatura, se nos muestran sus diferentes
posturas y análisis que mantienen sobre su época. Ambos, ya en 1930
coincidían en que Europa se estaba suicidando. Hablarán del
nazismo, el fascismo, el comunismo, la Europa occidental, el
judaísmo, el sionismo, la monarquía, el protestantismo, el
catolicismo ....
El libro es una joya para conservar en la
biblioteca de cada uno, ya que cuenta además con un utilísimo
índice de voces, que nos facilita las búsquedas que seguro
tendremos en el futuro sobre lo que pensaron de sus novelas, de las
novelas de otros, así como de escritores y editores relevantes de su
tiempo.
Y ya que ambos fueron judíos, qué
mejor que despedirse con un dicho judío: "Si un imbécil tira
una piedra al jardín, mil sabios no la pueden desviar".
NOTAS PERSONALES:
- Joseph Roth nace en 1894. Muere en 1939 con 44 años, probablemente víctima del alcoholismo.
- Stephan Zweig, era casi 13 años mayor que Roth. Nace en 1881, y se suicida en 1942. Tenía 60 años.
- Ambos fueron austríacos y judíos. (Aunque Roth naciera en Brody, -actual Ucrania-, cuando pertenecía al imperio austro-húngaro; y Zweig en la misma Viena).
- Leer urgente y sin frenar la impulsividad: "La marcha Radetzsky"; "El anticristo"; y sobre todo .... ¡"Los judíos errantes"!. De Zweig sobre todo sus novelas históricas, y en particular "El candelabro enterrado" que trata de la supervivencia del judaísmo, escrito en 1937.
- Ambos escritores no eran antisemitas, lógicamente. Pero lo que sí parece que fueron es antisionistas. Para ellos, - sobre todo para Roth-, el sionista y el nacionalsocialista eran primos hermanos, ambos compartían la intolerancia y el nacionalismo. Leer esto me ha recordado a Hannah Arendt, y su libro Eichmann en Jerusalén donde comentaba que sionistas y nazis en realidad se respetaban, aunque finalmente el antisemitismo pudo con cualquier matiz que pudiera haber sobre los judíos.
- También los comentarios de Roth recuerdan a la crítica de Hannah Arendt que hace en el ensayo anterior. Roth despreciaba a ciertos editores judíos austriacos que cumplían a rajatabla la discriminación dictada por el III Reich entre escritores. Para Roth estos judíos estaban corrompiendo a los pocos editores arios que de momento no estaban siguiendo tal distinción entre tipos de escritores.
La forma de luchar de Zweig era menos visceral, si acaso, pero también valiosa. Para Roth las denuncias de Zweig y otros sobre la situación política llegaban tarde. Zweig, desde Londres, sin embargo, como podía contribuia a que judíos de Alemania y Rusia pudieran huir. - Roth en este caos, parece que se reafirma más con cierta nostalgia en el orden anterior a la IGM. Se hace aún más monárquico y deseaba la vuelta de la monarquía de los Austrias. Era antiprotestante y procatólico, anticomunista y ya reconocía una capitalismo corrompido.
- Algo gracioso e inteligente de Roth: "La no violencia de Gandhi me parece tan cargante como odiosa la violencia de Hitler. Ambas son inhumanas".
Lo quiero, lo quiero y lo quiero! ¿He dicho que lo quiero?
ResponderEliminarBesotes!!!
Margarí,
EliminarJajajaja, te lo regalaría pero ya.
Creo recordar que Zweig te gustaba mucho también.
A Zweig lo adoro. A Roth aún no tengo el placer de conocerlo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margarí,
EliminarEs genial para situarte en el que tuvo que experimentar la sensación de pérdida de un mundo que desaparece (su imperio austro-húngaro) y todo lo que eso suponía.
Tiene muchos relatos cortos. Con "El busto del emperador" ya te puedes hacer una idea del tipo de esto que te comento. Es además un magnífico escritor. De hecho corregía a menudo a Zweig, y éste parecía mucho confiar en él.
Relatos! Me gusta... Voy a tener que cotillear pronto en la biblio, a ver si encuentro sus relatos y encuentro éste que citas. Y encima corregía a Zweig! Tengo que leerle, tengo que leerle!
EliminarBesotes!!!
jajajaja
EliminarMe pasa como a Margari, Zweig me encanta, y de Roth todavía no he leído nada de nada. Pero todo lo de Zweig me parece impresionante. Gracias Icíar por recomendarnos este libro.
ResponderEliminar¡Esther!
EliminarDe Roth podemos probar en el Café cuando os aligerés el de "La marcha Radetzsky". Es uno de los suyos más representativos, y yo todavía no lo he leído tampoco.
Cotillear la correspondencia ajena siempre tiene su morbo, no? Igual sólo para mí que soy un poco cotilla jajaja La cosa es que de por sí ya me gustan las novelas tipo epistolar, pero leer a estos grandes autores, lo que piensan, lo que sienten, su vida y literatura... En tiempos tan increiblemente interesante como el periodo entre guerras. Y si ya todo esto me atrae muchísimo, pues llegas con tu reseña y ya quiero, como Margari, salir corriendo a por él jajajaj Lo leeré seguro , y volveré para compartir otra vez por aquí mi parecer :D
ResponderEliminarSusana,
Eliminarjajajajaja, risas virtuales y reales. Me haces reír con eso de los cotilleos.
Thomas Mann sale muy a menudo. A Zweig parece que sí le caía bien. Roth habla de él positivamente y negativamente, supongo que según aprobara o no aprobara la acción en cuestión que estuviera criticando de Mann. Le llegó a llamar "el sastrecillo valiente" cuando publicó artículos críticos sobre su época, aunque fuera tarde para Roth.
De sus libros, pone a caldo el de "José y sus hermanos", porque para Roth se carga el sentido bíblico o lo que sea. Algún día lo aberiguaremos.
¿Sabes que hay un libro de cotilleos como este de una correspondencia entre Thomas Mann y Herman Hesse? uffff, habrá que picar.
*averigüemos
EliminarMe lías, me lías siempre. Vengo a ver uno y me llevo una colección bajo el brazo !!! :D
EliminarSí, jajaja, yo también me encuentro mal, jajaja
EliminarEste me lo llevo, sí que me parece una pequeña joya. Qué curiosa la puntualización de los dos amigos: no antisemitas, judíos, pero sí antisionistas. Muy buena reseña. Bss
ResponderEliminarMónica,
EliminarEl otro día escuché al filósofo Albiac decir que los antisionistas de hoy son los antisemitas de ayer, como diciendo que es una excusa decir uno que no es que sea antisemita, sino antisionista. Y de verdad que sigo sin entender el por qué de eso. Para mí es tan compatible ser projudío y sin embargo ser antisionista, que no lo entiendo. Me gustó leer esto en Roth.
Pero bueno por Dios, si se que desde que hace unos meses leyera Novela de Ajedrez de Sweig, éste escritor me persigue. Las referencias y vínculos que encuentro en posteriores lecturas que nada tienen que ver con éste autor, y sin embargo, aparece en ellas. Por cierto, una de mis próximas lecturas será Ostende, lo más. Ah! y éste me le apunto, sin duda. Saludos desde locura de lectura
ResponderEliminarLocura de Lectura,
EliminarMe sonab una barbaridad el nombre que comentas, Ostende. Pero no sabía de qué, porque no conocía la novela que nombras, asi que he buscado en internet y ya veo la trama de la novela. Te viene de perlas, una novela que recrea precisamente a estos dos amigos en Ostende, y es verdad que en este libro de correspondencia existe al menos una carta de septiembre de 1937, que Roth escribe desde Ostende.
Pero bueno... ¿y esto cómo se me ha escapado? Debo reconocer que soy menos admirador del grandisimo Zweig que de Roth, aunque no haya leído Leviathan jajaj pero sí muchas otras obras. De Zweig me gusta mucho de lo que escribió también, es simplemente que no soy tan entusiasta de su literatura como la mayoría, Mendel, sin embargo, quedará como uno de mis personajes favoritos de siempre. De Zweig leí hace unos meses un reportaje larguísimo sobre su vida y obra que me pareció una maravilla, a Roth vuelvo periódicamente y releo más que descubro. No imaginaba, a pesar de lo que te cuento, que existiera correspondencia entre ambos. Como dices, un libro a tener en un muy buen lugar en la biblioteca. El fragm,ento introductorio es "tan Roth" ¡A por él! Besos, Icíar.
ResponderEliminarYossi,
EliminarCómo me algro, jajaja, es justa venganza por "La familia Mashber".
A mí también me gusta mucho más Roth que Zweig. Zweig tiene una parte exagerada en los afectos con la que no conecto, como el enfoque de "Cartas de una descoocida". Me pareció un horror, por ejemplo. Pero es una artistazo. También Roth tiene uno que es pura misoginia, el de "el triunfo de la belleza", te puedes hasta reír de la caricatura que hace de la mujer, aun me acuedo cuando él le veía una lenguita de víbora.
Bueno no me enrollo, sólo te pongo un pedacito de la primera carta, para fastidiarte un poco. Le dice Roth a Zweig" ..... No estoy de acuerdo con usted cuando dice que los judíos no creen en un más allá. Pero ése en un debate que exigiría mucho tiempo y espacio ...."
*lengüita
EliminarJjajjaja, me hace mucha gracia porque yo el libro ese de la Carta a la desconocida lo puse a parir con Marilú y justo lo defines en esa frase, parte exagerada en los afectos, pasa a ser obsesión en el libro. Empieza bien con la figura de él idealizada pero tira por unos derroteros.... no entiendo cómo puede gustarle tanto ese libro a tanta gente. Ya somos tres los detractores ;)
EliminarEn cuanto a la idea del más allá en el judaísmo, sí se cree en un olam ha'ba, como lo llamamos pero tiene connotaciones algo distintas, parece ser un estado. Es curioso como las culturas y religiones se tetroalimentan, ahora se habla de Gan Eden, o Jardín de Edén que es lo más parecido al paraíso pero que en realidad es donde estaban Adán y Eva. Para mí, ambos tienen razón, la idea del "más allá" como se percibe en Occidente no es judía, la idea de trascendencia sí, cuesta encontrarla en la Torah o en Tanach aunque sí es fácil encontrarla en el Talmud :)
Yossi, me interesa mucho todo lo que dices. Tengo una amiga que en su tiempo libro le gusta profundizar sobre la Biblia y le preguntaba esto, ¿se habla en en AT de una vida después de la muerte? y aunque no me lo dejó muy claro, me quedé con la idea de que no.
EliminarEn estas cartas, al final no se profundiza en este tema, tú me has aportado más información sobre esto que lo que allí aparece, jajaja.
Igual en el libro de Roth de "Judíos errantes" se explica mucho más todo esto y otras cosas claro.
En fin, como siempre gracias por tus comentarios, que son siempre tan enriquecedores.
qué casualidad! Justo esta tarde pensaba en que me apetecía leer algo de género epistolar, pero no ficción precisamente... Y me lo has puesto en bandeja, no sólo por las dos personas que intercambian correspondencia (Roth y Zweig), sino también por el contenido. Y lo bien que lo has contado :)
ResponderEliminarGracias. Un abrazo
Ana,
EliminarSi es que si te gustan encima estos escritores, y con tanto como hemos ido leyendo de la IIGM, estos años 27 a 38, viendo la situación cómo iba gestándose es de lo más valioso. Aunque tienes que tener en cuenta que tmbién hay mucha paja, sobre todo con lo cansino que se pude llegar a hacer Roth con 'el estado de sus finanzas', jeje. Pero si lo exprimimos y nos quedamos con lo otro, es fantástico.
Apetece , yo tengo el Zweig Hesse
ResponderEliminarhttp://www.acantilado.es/catalogo/correspondencia--447.htm
Lo que no me gusta de estos libros es el formalismo un poco cursi, lo de maestro o queridisimo..... las primeras palabras de cada carta las suprimiria.
Jajajaja, bueno, bueno, las épocas y sus modas. Aunque precisamente por eso me hizo reír el encabezamiento de una de las cartas. Después de unas cuantas discusiones, y tensiones entre ambos, Zweig (creo que fue) el que encabeza una de sus cartas en vez de con el habitual "Querido amigo", por un "Querido no amigo" y luego por supuesto, no ahorraba en decirle que lo consideraba uno de sus amigos más íntimos, pero la broma quedaba muy bien. Si te sirve de consuelo, no recuerdo ningún "queridísimo", creo que con el "querido" ya tenían sufieciente.
EliminarAndo detrás de las de Mann y Hesse. Esas me apetecen mucho más. Pero de momento el libro está descatalogado, y de segunda mano sólo lo tiene Anaya. Voy a esperar un poco, porque igual Acantilado se anima y publica una edición nueva de las de Mann y Hesse. Este libro de Roth y Zweig es una nueva edición que han sacado hace unos meses.
Este me parece muy interesante, tomo buena nota. De Roth no he leído nada si de Zweig que me gusta.
ResponderEliminarCarme,
EliminarYa me doy cuenta que Roth no es tan leído como Zweig, sin embargo .... yo diría que es incluso mejor, aunque distinto, eso sí. En esta recopilación de cartas, hay recuperadas más de Roth que de Zweig, (Roth debía ser mucho más desastre que Zweig, jajaja). En fin, te dará la oportunidad de conocer a Roth.
pues otro más que me anoto (ahhh yo no se a qué hora voy a leer todo lo que tengo pendiente, lo que quiero, y lo que pretendo leer).
ResponderEliminarUn beso,
Ale.
Ale,
EliminarNada, Ale, una excusa para vivir eternamente, jajaja.
pero creo que con la pura excusa no me vale lo de la eternidad ;) jajaja
EliminarYa lo he comprado y sólo es cosa de que me ponga con él.
Un beso,
Ale.
Ale,
EliminarUna buenìsima compra, aunque no lo vayas a leer ahora, o aunque de momento sólo lo utilices de consulta, cuando estés con cualquier otro libro de Zweig o de Roth. Estaba pensando en proponer La marcha Radetzky en el Café. Cuando tenga un poco de tiempo lo tantearé.
Bueno bueno bueno, me lo llevo de cabeza =)
ResponderEliminarBesotes
¡Genial Shorby!
EliminarYa no llevas el orden de antes, de cada viernes publicar, no ?
ResponderEliminarFrancis,
EliminarCambié a los lunes; luego estiré a lunes-martes: y así ha quedado, aunque es más martes que lunes.
Está bien este libro, aunque mi principal propósito al leerlo era encontrar reflexiones sobre la situación sociopolítica, el ascenso de los nacionasocialistas, la opresión a los judíos... y aunque estos temas sí aparecen lo hacen de refilón. Y a eso se fue sumando que las lecturas de las vicisitudes de Roth te crean un mal cuerpo... pero bueno, finalmente acabé cogiéndole cariño. Según tengo entendido Zweig era un autor muy popular, en el sentido de que no era un escritor muy profundo sino una especie de productor de best-sellers... Lo bueno de esta lectura es que me animó a embarcarme en la producción de Joseph Roth y hay alguna obra realmente notable como 'Judíos errantes' o 'La marcha Radetzky'.
ResponderEliminarHola Alberto,
EliminarMe acabas de recordar esos dos títulos: Judíos errantes y La marcha Radetzky. Me pasó lo mismo. Y de Zweig también me pareció que sería interesante elegir entre sus novelas de corte histórico.