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Escritor: Natsume
Sōseki
Hoy traigo una
joyita, una delicatessen, se trata de esas lecturas que consiguen
envolverte y llevarte a un lugar alejado de nuestra realidad, a un
lugar del que uno no desea divorciarse, así es el ritmo de lo
escrito, seductor en la forma en que esas palabras nos van
transportando a los diferentes escenarios, elegante, entrañable en
los detalles, lleno de sencillez, y sin embargo con una profundidad
y calidez que nos hace pensar mientras leemos que en realidad no
querríamos estar observando ningún otro lugar.
Hay una parte que
nos cuenta de sueños, y otra que nos cuenta de capítulos
autobiográficos sueltos y sin importancia de una vida.
Entre los sueños,
diría, que la idea de la muerte es una presencia casi común a todos
ellos, pero no me ha parecido entendida en un sentido tétrico, sino
en un sentido que incluso reconforta, pues allí, la muerte
existiendo no existe, allí, al igual que el sol nace cada día por
el Este para morir en el Oeste, lo mismo sucede con las criaturas
vivas. "La vida que seguirá
su curso, todo recto, todo recto".
La muerte muy directamente
relacionado con la vida, con cómo se vive y se enfrenta cada uno en
su espacio y tiempo. En estos relatos encontramos cuentos que
nos hablan del que busca la sabiduría en la contemplación de la
nada; o del peso que todos arrastramos
de acciones pasadas, nuestras y de otros; o de ser víctimas de las
apariencias ilusorias que juegan con nosotros; la inmortalidad
también queda reflejada en la contemplación de las grandes obras;
Se habla también de la sensación de soledad y el sin sentido común
en el ser humano …. se habla de muchas cosas, en definitiva, las
diferentes formas y variedad en nuestra forma de navegar por la vida.
Entre los otros
relatos más autobiográficos, si bien son menos simbólicos son
igualmente hipnotizadores. Aparecen escenas domésticas del escritor
en su rutina más bien solitaria, en una casa y estudio que recuerda
a un templo, con su familia, algún gorrión olvidado que bien podría
recordar a una mujer igualmente olvidada; encuentros con amigos
suyos, algunos conocidos de su tiempo; escenas de su vecindario;
especialmente interesantes los relatos referidos al período que pasó
estudiando en Londres cuando tenía alrededor de 23 años, una ciudad
que definiría extraña, de edificios todos iguales, abarrotada de
transeúntes apresurados “de considerable estatura” de la que
decía que se le hacía muy difícil vivir: “inmerso en esta
inconmensurable masa de individuos, siento una soledad que no alcanzo
a expresar con palabras”
Por último decir
que me ha parecido una edición impecable, con una traducción
redonda que hace de esta experiencia una lectura ágil y fluida que
te hace fácil seguir el hilo de la naración sin perder belleza, en
la que no encuentras ningún tropiezo en seguir el sentido de lo
escrito por alguna frase de sentido extraño o desentonado con el
resto de lo narrado.
Y para terminar, me apetece despedirme con una frase de Yasunari Kawabata: "La literatura no hace sino registrar los encuentros con la belleza".
Y para terminar, me apetece despedirme con una frase de Yasunari Kawabata: "La literatura no hace sino registrar los encuentros con la belleza".
NOTAS:
- Sōseki: 1867-1916
- Los relatos del libro están agrupados en tres grupos. El primer grupo, lleva el nombre del libro, es decir “Diez noches de sueños”, y recoge diez relatos, uno para cada uno de los sueños de las diez noches; el segundo grupo, es en realidad un relato, el más largo, y se llama “El gorrión de Java”, probablemente autobiográfico, una preciosidad en el que es fácil identificarte con el proceso de olvido y abandono, y también culpa. Tiene un ritmo que me encantó; En el tercer grupo, que lleva el nombre de “Misceláneas primaverales” se recogen también 25 relatos cortos de inspiración autobiográfica.
- Sobre Japón, se nos explica en el prólogo de este libro, que en este país hubo un punto de inflexión en 1868, con lo que se llama: la revolución Meiji, que dejó la puerta abierta para que ideas procedentes de occidente penetraran en Japón con la inevitable crisis de identidad que tal intrusismo de modernidad en la tradición le supuso al japonés.
Pues la edición es una monería =)
ResponderEliminarBesotes
Shorby,
EliminarLa portada es preciosa.men el primer sueño se habla de la mujer muerta que le pide a un hombre que (metafóricamemte) la espere cien años porque volvería. Pasado el tiempo, bace una planta y de ella caian esos pétalos de la portada, o al menos eso he querido creer, jeje.
Supongo que algún día leeré este libro, pero lo que sé es que leeré a este autor, pues sé que ha sido fuente de inspiración para otros muchos a los que he leído con gran placer.
ResponderEliminarDenota esta reseña el gran gusto y poso que el libro ha dejado en ti, imagino que ese viaje a la nada ha debido ser maravilloso ;) en cuanto a la frase de Yasunari Kawabata, creo que es cierta, aunque algunos piensen que llegar al dolor,a la desesperación o a la intriga a través de la belleza no sea posible. Como ves, me quedo con tu autor para ir a la busca de mi paz interior (si existe!!!) jejej
Susana,
EliminarEsta mañana estaba hablando con una persona y me comentaba de un libro que una vez tuvo entre manos, y que mareaba la perdiz porque en realidad no quería que se terminara, era su forma de prolongarlo. Yo le comentaba que un libro te puede enganchar, e incluso obsesionar, pero eso de deseo de prolongarlo no es tan frecuente. Pero esto me ha pasado a mí con este libro. No es nada del otro mundo, si quieres, para que no esperes de él una trama o algo así y luego me lances unos dardos de amor cuando no lo encuntres, jeje. No, no tiene eso, pero eso me ha pasado a mí. No queria terminarlo y cuando estaba muy a gusto, igual me levantaba a hacer culquier chorrada, me hice muy exigente con el momento en el que quería leerlo. Tampoco es un viaje a la nada, ¡ojo! ¡No es filosófico! ¡No te asustes! En realidad es todo sencillez, no hay nada enrevesado, ni te exige mucho pensar, pero es un lugar muy agradable. Y sí existe la paz interior, basta con perderse una de vista a sí misma un ratito, jajaja.
Igual si viajo mucho a mi interior en vez de encontrar paz, encuentro la Tercera GM jejeje (Tomo buena nota, querida!)
EliminarNo mujer, tú no, jajaja. Lo que si puede pasar es que cuando salgas te topes con esa ¡sorpresa! Jeje
EliminarMe gusta, me gusta. Tomo buena nota. No sé cuándo voy a leer todo lo que apunto, pero este libro no lo voy a apuntar al final de la lista. Voy a intentar colarlo...
ResponderEliminarBesotes!!!
Margarí,
EliminarSe puede compaginar con otros sl ser relatos. Es de los que puedes coger cuando tienes poco tiempo y sin embargo te apetce terminar algo, por ejemplo.
¡que bellísima portada! veo que ha dejado mucho en tí, querída Icíar ;)
ResponderEliminarApenas puedo creer que Susana tire dardos jajaja
Ahh contemplar la nada (o como diría mi mamá: ahí estás pensando en la inmortalidad del cangrejo). Así he estado unos días en el mar :P
Un beso,
Ale.
Ale,
EliminarQue casi te olvido, no te había visto. Pues puede que sea algo así, habrá que darle la razón a tu madre, la tranquilidad que da tomarte un tiempo para pensar en la inmortalidad del cangrejo, jajaja, Por cierto, ¿por qué habrán elegido este animal y no otro para el dicho?
¡Hola!
ResponderEliminarA mí me llama bastante, así que espero poder leerlo pronto.
Muy buena reseña.
Nos leemos. =)
Abracadabra,
EliminarGracias, si no se te olvida, avísame cuando lo hagas para leer qué te pareció.
donde podria encontrar el pdf de este libro?
ResponderEliminarHola Unknown,
EliminarSi le das al enlace que hay bajo el libro en "COMPRAR", el enlace te lleva directamente al lugar de descarga. Es una edición digital impecable. Vale sólo 5 euros. Yo lo compré allí.