Escritor: Juan Adriansens
La Capilla de San Severo. Una joya del sur de Italia. Esta capilla de estilo barroco del siglo XVIII, que en realidad es una capilla funeraria de la familia di Sangro, contiene una llamativa y curiosa colección de estatuas de mármol que llaman la atención por la perfección con la que están hechas, y el difícil efecto conseguido a pesar de estar hechas en mármol. Se dice que D. Raimundo di Sangro alteró este material, para hacerlo más blando, y así poder conseguir esos efectos.
Bueno, pues Juan Adriansens, pintor y contertulio de programas de radio y televisión, poseedor de un gran conocimiento de Historia e historia del arte y sus técnicas, nos trae con esta novela de ficción, una especie de thriller, ambientada en este Nápoles y alrededores, y basado en una leyenda turbia que se cuenta a propósito de una de las estatuas de la capilla: el cristo velado.
Para ello, los personajes que fueron reales en el siglo XVIII, y siempre recurriendo a la leyenda no real, vuelven a reaparecer en el siglo XXI. Se va desentrañando la trama, donde pasado y presente se mezclan.
No he podido soportar el libro. Lo he intentado, pero no lo he podido soportar. Me ha parecido bastante malo.
La espera por conocer los datos históricos y la explicación de la belleza de esta parte de Italia a través del conocimiento de los lugares e Historia que Juan Adriansens puede contarnos, finalmente no ha compensado la fealdad por una trama previsible; lo insulso de los diálogos, que parecen monotemáticos; la superficialidad de los personajes; el demasiado repetitivo morbo sin morbo; el excesivo lenguaje soez para mi gusto; y otra vez, la superficialidad en el trato de las relaciones de poder que se manisfiestan en la sociedad y en el sexo, como esas relaciones siervo-amo sadomasoquistas, que son tratadas con una falsa profundidad. No critico que existan en el libro, pues tiene su sentido, al tratar de rescatar lo que en una época existió entre algunos de los supuestos aristócratas refinados. De hecho, se dice que este Raimundo di Sangro, fue contemporáneo y amigo del Marqués de Sade.
Cerré el libro, cuando llevaba 275 páginas (ya no podía con tanta virilidad de los miembros viriles, entre otras musculaturas), y ya no lo he vuelto abrir, faltan pues por leer 178 páginas. Ya me diréis vosotros cómo acaba. Puedo esperar.
Como todo no es malo, y sigo disfrutando escuchando a Juan Adriansens una barbaridad, me despido con una curiosidad que nos cuenta en el libro y a mí me hizo mucha gracia:
La palabra "guapo", en el sentido en que se usa en España, es diferente al sentido en que es usado en Italia. “En Nápoles se usa en su viejo significado: el de hombre valiente, aunque también jactancioso y camorrista”. Por eso, ahora os explicaréis porqué en España se usa la siguiente expresión “a ver quién es el guapo que se atreve a esto o a lo otro”. Expresión que mantiene el significado original de la palabra.
Dejo aquí una entrevista que le hicieron a Juan Adriansens, a propósito del libro, y no decidme que no es un placer escucharle:
pinchad aquí para abrir la entrevista
Reconozco que no tengo el valor lector suficiente para ponerme a leer un libro de Adriansens... claro que a mí, escucharlo, ya me cuesta... :b ... Yo ando buscando, y no encuentro, otro libro que me enganche después de Carmilla y me parece que voy a volver a los clásicos... en este caso, vampíricos! :l Besos, guapa!
ResponderEliminarQué mala cosa cuando no encuentras nada que realmente te gusta. La última vez que encontré algo que realmente me gustara, fue con Coetzee. Iba poner esta semana otro libro de Coetzee, pero es que hay que dar descanso.
ResponderEliminar:a :c y Francesca, cómo valoro tu intervención, porque .... leerte una reseña de alguien que te gusta tan tan tan poco, tiene su mérito. Toma :t
jejeje el tan esperado libro que me habías comentado, este ya lo había tachado.
ResponderEliminarMe ha encantado la aclaración que haces al final de "guapo" no lo sabía y alguna vez me he preguntado porque se decía lo de " a ver quien es el guapo...."
Un besote guapa :g
¡Ay, Sonia! hay veces que una no da con algo que te mantenga expectatne e interesada. Ya no sé si es un estado anímico, que en el fondo no lo creo. Me está pasando con otro. 69 páginas llevo, y lo voy a dejar para otro momento.
ResponderEliminarMe vuelvo con Coetzee. Nunca me defrauda.
Sí, lo de la palabra "guapo" es genial. :n
Otro beso para vos :g
No, no siempre es así, pero al menos dos veces al año los productos huyen de los anaqueles por la especulación, guerra política, etc. Triste, muy triste, pero en ocasiones debemos hacer tours de súper mercados para conseguir un tipo de producto. Pasa, es la verdad… Luego leo tu reseña, el fútbol me sacó de los libros hoy.
ResponderEliminarIcíar:
ResponderEliminar¡pues no seré yo la que te cuente el final! :c :c :c...otro momento de respiro para el plan infinito ¡gracias por la reseña!
un beso,
Ale.
Icíar!!! Te digo lo mismo que a Isi. Siento no poder comentar bien ahora, pero no sigo vuestros pasos con estos exámenes. En cuando acabe con ellos, os hartaréis de mí...
ResponderEliminarBesos, ¡guapa!
Y gracias, porque tú sí que comentas mi página!
¡Madre mía, J.L. Maldonado! ¡el futbol! corren por la red instrucciones muy detalladas sobre cómo tratar a los amantes del futbol. ¡Se dice que se han vuelto sordos y ciegos! :p: tendremos paciencia
ResponderEliminarUn beso :g para tí también, Ale. ¡Hay que dar un poco de respiro también!
ResponderEliminarDiana, no te preocupes por eso, de verdad.
ResponderEliminar:g
Iciar, te he dejado un regalito muy merecido en el blog para tí.
ResponderEliminarEspero que te guste :n
¡¡¡¡Un regalito!!! Me voy corriendo para allí... ¡fiu fiu fiu!
ResponderEliminarHola Icíar: yo que al principio pensaba que estabas intrigadísima en los misterios escultóricos de hace siglos... hasta que llegué a lo de "No he podido soportar el libro" jajajaj. Bueno, para no soportarlo ya leíste unas cuantas páginas jejeje.
ResponderEliminarBueno, lo que yo pienso es que ahora el siguiente que empieces te gustará sí o sí :d
Yo también ando de exámenes y estoy un poco perdida, como Diana; intento leeros a todos.
Desde luego, no puedo ser yo la que te diga cómo termina el libro!
:c :c ¡para que no se diga que no soy perseverante y paciente!
ResponderEliminar¡Suerte con esos exámenes, que pronto llegará la playa :k!
Ayy Icíar, ojalá llegara pero este año, no va a haber vacaciones... Cuando vengan tiempos mejores, en varios sentidos, otro gallo cantará...
ResponderEliminarDe todas maneras gracias por la suerte, que la necesito un montón (porque resulta que en esta carrera no vale sólo con estudiar: tienes que tener la suerte de que te pregunten cosas que vienen en los libros: es la fama que tiene nuestra facultad de veterinaria) En fin...
Bueno, estoy aquí contando mis penas; pido disculpas :f
¡Veterinaria! qué mundo tan bonito (mi gata va para 22 años)
ResponderEliminarTe leí tía, a eso voy:
ResponderEliminarValiente tu comentario. Es importante no caer en alabanzas innecesarias si de verdad no estás a gusto con el libro. Me declaro ignorante sobre el autor y no recurrí al medio virtual para documentarme primero, no; insisto, no lo conozco, ya investigaré. Abandonar un libro a mitad de camino es como viajar en el metro y bajarse a mitad de trayecto después de darte cuenta que te equivocaste de ruta.
Por lo de "guapo", te digo, en Venezuela tiene las dos acepciones: para los y las buen mozas, atractivas y demás apelativos, y también para los osados, los valentones... Par de frases muy de acá: "Ah, tú no eres guapo?", cuando alguien recula ante una situación; la otra, "Guapo y apoyado", creo que se explica por sí misma.
Saludos.
Bueno, bueno, ¿con qué equipo vas?
ResponderEliminar!Pues parece ser que ese sentido originario se ha perdido probablemente únicamente en España!
Un abrazo
Para Francesca:
ResponderEliminarme ha encantado tu comentario y matarías dos pájaros de un tiro si te gusta la literatura gótica (por lo de Carmila) y te interesa el tema de Di Sangro y la capilla Sansevero si lees "Di Sangro, señor de Nápoles" de un autor joven, Jorge Cabrerizo. Indaga en internet y hazte de él: no te defreudará.
Un saludín!
Pues ahí queda esa recomendación que nos hace Karoline. :m
ResponderEliminarEs un libro de porculeros natos, realmente asqueroso.
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