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Caín



Escritor: José Saramago

¿Qué decir de este libro? Me gusta cómo escribe Saramago, sus reflexiones, lo ameno que resulta. Pero este libro no será uno de los que queden en mi memoria.

Es una versión del Antiguo Testamento, versión centrada en una lectura demasiado literal de la Biblia, llena de ironía, burla y crítica. Caín será el protagonista, protagonista porque viajará al pasado, presente y futuro y a través de su propio análisis viviremos muchos de los episodios conocidos de la Biblia, en este libro él es testigo, estará en: el sacrificio por Abraham de su hijo Isaac; la destrucción de Sodoma y Gomorra; la Torre de Babel; Moisés y el becerro de oro; Job; el diluvio universal; las conquistas y guerras entre pueblos por los israelitas, etc, etc…. es también remarcable las escenas de cama, no voy a decir nada, lo dejo como cebo.


Aquí, el Dios está a la altura de Caín, los dos hablan en un mismo nivel. Caín lo recrimina y le culpa de lo que sucede. Aparece este Dios como rencoroso, celoso, cruel, justiciero sin equidad, instigador de matanzas y conquistas. El hombre, sin embargo, y esto sí que es nuevo, no es objeto de crítica, sino de lástima y comprensión. Es más, la desgracia del hombre proviene de la misma existencia de ese Dios. El asesinato de Caín queda como un arrebato comparado con el mal del que el mismo Dios es responsable.

¿Qué trae de nuevo todo esto? Aparece el Dios como la causa del mal, y yo no puedo más que mirar que culpar a un Dios es obviar nuestra propia culpa, nuestra y sólo nuestra. No creo que la historia de la humanidad hubiese sido mejor sin la existencia de las religiones.

Voy a resaltar sólo un capítulo, el de Job, que pasa del bienestar al estado máximo de miseria. En el libro Job es el juguete de la apuesta entre Dios y el Diablo, pero se pasa por alto la segunda lectura mucho más enriquecedora, y que es la que me interesa, un Job que no responsabiliza a nadie de su suerte, su suerte es suya, y en el lenguaje de la época su suerte es de Dios.

Por eso, encuentro superficial el fondo del libro, el querer creer que el culpable de la existencia del mal es precisamente la existencia de la creencia en un Dios, la existencia de las religiones, el querer creer que el culpable del mal es Dios mismo, no nosotros mismos, no nuestra naturaleza.

Termina el libro con el episodio del diluvio universal, y en este episodio hay más que una sorpresa, más cambios que en cualquier otro episodio, hay tanto cambio que afectará al destino de la humanidad……. y hará que Caín y Dios sigan discutiendo hasta el infinito

10 comentarios:

  1. Hola Icíar, leí una reseña de este libro y me dió la sensación de lo mismo que describes al final: un tratamiento demasiado superficial del tema. La verdad es que después de aquello prácticamente lo descarté... pero gracias a tu crítica creo que me ahorraré el trago de leerlo. De todas formas, ahora ando inmersa en la novela negra nórdica, que con este frío, parece que pega ;-).
    Nos veremos por aquí, aprovecho para decirte que tienes un blog completísimo. Felicidades!

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  2. Hola Francesca, gracias por ese cumplido, se agradece y anima también. El tuyo, ya sabes que me encanta por su 'frescura', de hecho apareces en la parte de entrevistas, que quizás sea el más visitado de los cuatro.

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  3. Hola, Icíar:
    Como lector de Saramago he percibido falta de pulso estructurando sus últimas narraciones, y, -no sé si es el caso de Caín- cierta pérdida de riqueza argumental en sus historias.
    Intuyo que su edad no es ajena a estos cambios que personalmente he observado, y que los eventuales arreglistas de estilo influyen cada vez más en sus trabajos. Así, con la publicación de una nueva historia, Saramago me parece menos Saramago y más un producto en el que parecen trabajar demasiadas manos escondidas.
    Y dicho esto... No pienso perder la oportunidad de leerlo, por si acaso...

    :)

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  4. Me encantará ver qué opinas cuando lo hayas leído. Este libro yo lo leí en versión digital, cuando llegué a las escenas de cama, me quedé alucuinada, y empecé a dudar, ¿y si no estoy leyendo a Saramago sino a Sharamago? tuve que ir a una librería a buscar esos capítulos para asegurarme. Sí creo que ha perdido un poco de brillo. Me ha gustado tenerte por aquí.

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  5. Gracias, Icíar. Veré si Mosquita me regala el volumen estas navidades, pues no me acostumbro a leer en una pantalla; necesito tocar el papel.
    También he pasado por tus otros blogs, aunque ahora estoy en "horas bajas" y me cuesta participar. Llegué a redactar un comentario larguísimo sobre tu gatita de 22 años, pero "se borró" al intentar publicarlo. Enamorado de los gatos que soy, es el resumen.
    :)
    Verás que he cerrado mi blog (sólo puedo entrar yo). Por favor, no lo tomes como una actitud excluyente; tengo razones para hacerlo, al menos durante un tiempo.
    Un abrazo.

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  6. Si Mosquita te lo regala me encantará leer tu comentario, porque es que los eres humanos somos muy subjetivos.

    Espero que pronto abras otra vez tu blog con esas fotos, y con esas letras árabes de fondo tan bonitas.

    Un abrazo grande, y desde aquí espero que esas "horas bajas" lleguen a su fin.

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  7. No llegó "Caín", pero sí "El viaje del elefante". Decir que me ha reconciliado con Saramago sería inexacto, pues nunca me defraudó.
    Aunque el elefante camina por sendas recurrentes, muchas de sus huellas son tan sabias, tan jocosas, tan humanas... que siempre me parece estar leyendo algo nuevo. Me gustó mucho.
    Ahora tengo Caín en versión digital, pero pronto lo compraré en papel. Y te contaré. No me olvido.

    :)

    Un beso.

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  8. Te agradezco el comentario de "El viaje del elefante", es uno de los que tengo esperando a que lo coja, me haces adelantar la decisión.

    Me gustará leer tu opinión de Cain, y te agradezco esa buena memoria.

    Otro beso.

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  9. Hola Iciar!
    Yo también pienso que aquí Saramago se deja llevar más por su ideología que por su arte de la palabra. Ese es siempre un delicado equilibrio si uno pretende escribir una novela, mantenerse dentro de ese género. Lo otro puede llamarse alegato, ensayo, "libro comprometido" como se le decía en los sesenta. Pero no novela, tal como la entendemos hoy (o como la entiendo yo, je!)
    Demasiada bronca contra Dios, que no se disimula con el supuesto humor del relato.
    Saludos

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  10. JOSEBLA:
    Gracias por comentar, lo que dices es cierto, demasiada bronca con Dios :o
    Un abrazo :g

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