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El balance que hago de esta novela es muy positivo. Me ha gustado mucho, e incluso me he divertido.
Cuenta con elementos que hace de esta lectura una experiencia algo adictiva, de hecho, yo la terminé a las 4 de la madrugada. Y es que su trama despierta la curiosidad, sobre todo si eres del género femenino y te encuentras cercana a los 60 años, como la protagonista, una mujer de esta edad que tiene affaires con hombres muchísimo más jóvenes.
En la parte psicológica, temas como el deseo, el amor, el miedo, y principalmente la vejez y la muerte, están muy presentes, y luego también resulta de lo más interesante el recurso que utiliza la autora para complementar estos temas rescatándonos a unos pocos personajes históricos que quedan analizados a lo Rosa Montero, en el contexto de la trama, algo que para los que nos gustan sus artículos, es una auténtica delicia.
Y luego, por último, cuenta con un final absolutamente redondo (me sonrío sólo de recordarlo).
El foco central de la novela pudiera ser la necesidad del ser humano de dar y recibir amor, unido al momento determinante del pasado de una persona, que constituye al mismo tiempo, su cuerda floja, la cuerda por la que como un funambulista no terminas de dejar mientras avanzas por tu vida:
"Ese cráter en la existencia de una persona, ese agujero mismo en el que hierve la lava de su existencia, ese instante por el que, en definitiva, sus días se definen, y que hace que haga lo que haga, siempre vaya a llevar consigo".
Cuenta con elementos que hace de esta lectura una experiencia algo adictiva, de hecho, yo la terminé a las 4 de la madrugada. Y es que su trama despierta la curiosidad, sobre todo si eres del género femenino y te encuentras cercana a los 60 años, como la protagonista, una mujer de esta edad que tiene affaires con hombres muchísimo más jóvenes.
En la parte psicológica, temas como el deseo, el amor, el miedo, y principalmente la vejez y la muerte, están muy presentes, y luego también resulta de lo más interesante el recurso que utiliza la autora para complementar estos temas rescatándonos a unos pocos personajes históricos que quedan analizados a lo Rosa Montero, en el contexto de la trama, algo que para los que nos gustan sus artículos, es una auténtica delicia.
Y luego, por último, cuenta con un final absolutamente redondo (me sonrío sólo de recordarlo).
El foco central de la novela pudiera ser la necesidad del ser humano de dar y recibir amor, unido al momento determinante del pasado de una persona, que constituye al mismo tiempo, su cuerda floja, la cuerda por la que como un funambulista no terminas de dejar mientras avanzas por tu vida:
"Ese cráter en la existencia de una persona, ese agujero mismo en el que hierve la lava de su existencia, ese instante por el que, en definitiva, sus días se definen, y que hace que haga lo que haga, siempre vaya a llevar consigo".