Escritor: Alan Paton
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Hace como 13 años estaba yo leyendo el
libro de la semana pasada, "El África de Mandela" - de lo
más recomendable, por cierto- , en la que su escritor recorriendo
Sudáfrica en 1997, nos dice que en cada una de las casas que
visitaba siempre se encontraba el mismo libro: “Llanto por la
tierra amada” (el libro de hoy).
En su día lo busqué, y no lo
encontré, llegando a pensar que no estaba en español. Así que
cuando por el reto de Isi de leer en inglés me encontré con este
título, me pareció la excusa perfecta para leerlo.
¿Qué decir? pues me ha encantado esta
novela “insufrible” como la califica -¡aviso!- el escritor de
“El África de Mandela”. Está escrita en esa forma de pensar y
actuar heredada de lo mejorcito de las religiones.
Nuestro escritor de hoy, Alan Paton,
es un escritor sudafricano influenciado por aquella corriente que hoy
se ve casi como si se tratara de un cuento de hadas. Aquella corriente
que iniciara Gandhi, y siguieran, entre otros, personajes como Mandela
o Martin Luther King. Personajes que entendieron lo bueno de la
esencia de la religión para el ser humano y que con su forma de
actuar fueron capaces de demostrar en la práctica el funcionamiento
de una teoría de herencia religiosa.
El escenario de la novela es Sudáfrica
de 1946, y comienza con unos preciosos, poéticos y muy emotivos
párrafos dedicados a la grandeza, naturaleza y vida en los campos de
Sudáfrica, a esa tierra cuyos cambios tanto afectan a la vida de sus
habitantes. Bien merece ya la pena leer estas primeras páginas. Respeta la
tierra, nos dice este escritor sudafricano "Mantenla, guárdala,
cuídala, porque es ella la que mantiene a los hombres, la que los
guarda, la que los cuida. Destrúyela y el hombre es destruido".
En
esa dependencia directa con la tierra aparece una aldea cualquiera
de Sudáfrica. En ella viven unos pocos habitantes de origen zulú,
con su amado y respetado párroco zulú, y sobre la colina desde
donde se divisa la aldea, un hombre blanco tiene su finca, va a allí
a disfrutar de sus períodos de descanso. Ambos son cristianos, no se
conocen, de momento, pero pronto serán sometidos a una dolorosa
presión que los pondrá a prueba. Sus destinos serán dramáticamente
entrecruzados, y es que los dos perderán a su único hijo: el hijo
del párroco zulú, mata al hijo del hombre blanco. El acontecimiento
más duro en uno de ellos, será también el acontecimiento más duro
en el otro. "Llanto por un país amado, llanto por el niño que
todavía no ha nacido y que sentirá nuestro miedo".
Se trata de una novela que por encima
de todo es generosa, y utópica en esa generosidad y empatía del
otro, y por eso pudiera resultar tan “insufrible” por lo alejado
que lo podemos encontrar de lo que conocemos.
Me despido con un bonito párrafo de
esta herencia de pensamiento. Se
dice algo así: "Cuando una tormenta amenaza al hombre, el
hombre tiene miedo de perder su casa. Pero una vez que la casa ha
sido perdida, nada se puede hacer contra la tormenta, pero sí puede
reconstruir su casa", e incluso una casa mejor.
Mensaje para ISI: Tercer libro de tu
reto "Lecturas en inglés". Libro leído en una estupenda
edición abreviada de Penguin Readers, nivel 6.
NOTAS:
- El apartheid fue aplicado en Sudáfrica durante 1948-1994.
- Este escritor funda el Partido Liberal Sudafricano, que luchó contra las políticas y leyes del apartheid. Fue además de escritor profesor y director de un Reformatorio de negros.
- En el libro se lamenta de que en esa afán de producción de las minas de oro de Johannesburgo, el sistema tribal se rompió y no fue sustituido por nada. Miles y miles de negros acudían como moscas a la miel, a Johannesburgo, y allí fuera de la influencia de sus líderes tribales, y sin nada que sustituyera esta pérdida, el caos e injusticia de Johannesburgo acababa engulléndolos. Johannesburgo no tenía nada que ofrecer, estaba para explotar la mano de obra que acudía en masa, no estaba para compartir su progreso con esa otra parte del país. Un polvorín.
- El hijo blanco que muere era un activista en favor de los negros y es con él que encontramos la crítica al blanco, a través del ensayo que estaba escribiendo antes de morir.
- Se dice que los negros no estaban del todo de acuerdo con el enfoque de esta novela. Finalmente, Mandela la alabó por “su fe en la bondad esencial de los personajes y de su autor”.
Me apunto el título para buscarlo; algunas de las cosas que comentas sobre la novela las dice también Kapuscinsky en Ebano así que aquí tienes una razón más para ponerte con él. :)
ResponderEliminarLammermoor,
EliminarNo puedo esperar ya mucho más, me lo estáis deciendo todo el rato y no veas cómo os creo, jajaja.
Kapuscinski era un gran observador. Hay que reconocerle ese mérito, al fin y al cabo este escritor nació y se crió allí.
¡Bueno, ya os cuento con Ébano! :D
De nuevo me descubres una novela y me dejas con ganas de leerla y conocer un poquito más el continente africano. Me gustan las frases que nos has dejado.
ResponderEliminarBesotes!!!
Margarí,
EliminarBueno, nos descubimos cosas nuevas mutuamente, que a mí me pasa lo mismo cuando os visito :D
De momento, y salvo que encuentre una buena traducción, no podré leer este libro. Pero tus no-reseñas son tan esstupendas que me hago una idea.
ResponderEliminarCreo que lo importante no es ser de allí, (y con esto no quiero quitarle ni un poco de mérito a tu autor y luchador de la igualdad), creo que lo importante es ser objetivo en la visión y es por eso que respeto tanto a Kapuscinsky (super risas jajajaj) porque el habla de lo que ve y yo lo veo carente de prejuicios.
Bueno, querida, ya te puedes poner a hacer una buena traducción de este libro para mí jejeje
P.D.: Lee Ébano, ya! :P
Besitos de finde!!
Susana,
EliminarA mí también me parece que Kapuscinski tenía ese don. Yo sólo he leído de él "Viajes con Heródoto" y esas características que nombras que tiene él, él las venía a decir de su Heródoto, de esa forma de describir e interpretar lo que ve. Y una de las cosas que llama la atención es el querer hacer periodismo inspirándose en la forma de búsqueda del viajero-observador-historiador de antes.
No sé por qué a los negros no les debió de gustar mucho el enfoque de esa novela; igual cuando termine Ébano, iniciamos conversación otra vez. Puede que sea, pero lo digo inventando, porque aunque es muy crítico con el dañino complejo de superioridad del blanco, y se habla del caos de la ciudad, del infierno de Johannesburgo que todo lo devora, pero pocos ejemplos pràcticos hay del por qué de ese declive, atribuyéndolo a un abuso del blanco y a una destrucción del sistema tribal, pero es verdad que se sobreentiende más que otra cosa, que le falta ser más descriptivo en esa tiranía. La crítica al blanco se ve más a través del ensayo del hijo activista blanco que de ejemplos concretos. Es decir, ese abuso del blanco queda más reflejado de forma teórica que con la crudeza; indiferencia y crueldad que tuvo que ser. ero se dice.
Me tengo que leer Ébano, para seguir ... hablando, jeje :P
Parece que hoy nos traes otra joya para leer. No conocía el libro pero por tus palabras (inmensas reseñas siempre las que haces) me has puesto los dientes largos.
ResponderEliminar¡Muchos besos!
María,
EliminarYo creo que te podría gustar, fíjate. A pesar de lo obsoleto de la forma de pensamiento, me gusta.
Parece una lectura inspiradora: nunca había oído hablar de este libro, pero lo que cuentas me anima a darle una oportunidad. 1beso!
ResponderEliminarTizire,
EliminarY sin embargo, fue todo un best seller en su época, sobre todo en el mundo anglosajón :D
Pues no pinta mal, pero no me acaba de llamar especialmente... U.U
ResponderEliminarBesotes
Shorby,
EliminarA dejarlo pasar toca :D
Me llama mucho más la atención el libro que te ha conducido a la novela que nos traes hoy. Ahora busco alguna referencia adicional. En contrapartida, él que presentas hoy no parece ser para mí y menos aún en un periodo de escaso tiempo libre. Buen fin semana,
ResponderEliminarOffuscatio,
EliminarEs que son muy diferentes, pero los dos describen para mi gusto muy bien la situación pre-apartheid y pos-apartheid. Fíjate que conforme iba leyéndolos me acordaba de Desgracia, en el miedo ahira del blancomal negro. Valoro incluso más la novela ahora. Qué bueno que es Coetzee.
El de hoy es genial para imaginarte el infierno de la ciudad. Johannesburgo daba realmente miedo, de lo más caótica y desenfrenada (tenía que haberlo mencionado en la no-reseña), y enmel libromde la semana pasada, que habla del pos-apartheid, cuenta que Johannesburgomes de las ciudades más peligrosas del mundo, si no la más peligrosa.
Uno de mis libros pendientes, supongo que por haber visto la adaptación cinematográfica. Cuando eso me sucede tiendo a ceder prisas ante el libro escrito. Mal hecho, lo sé.
ResponderEliminarBesos
Mientrasleo,
EliminarLa película está bien, al menos ya conoces la historia y el enfoque de la histoira de Sudáfrica para el escritor. Pero es una nvela de mucha narración, de las descripciones y amor a la tierra,y de la parte esoiritual de las personas, eso se pierde en la pelícual que siempre es más visual. De la película no me gustó mucho el párroco zulú, me hubiera gustado más otra interretación. Ricahard Harris, muy bien.
Icíar:
ResponderEliminaraún tengo pendiente ver la película (pero no pasa de esta semana) y quiero ver otra que se llama SKIN (creo) que es sobre unos padres que estaban a favor del apartheid y tuvieron una hija negra, y ya te imaginarás el conflicto en el que cayeron (se que está basada en hechos reales).
Este libro lo leeré aunque tengo que conseguirlo...voy a encargarlo o ver si lo venden en amazon ;) (mi super librero).
Como siempre, de lo más interesante leerte ;)
Un beso,
Ale.
Bibliobulímica,
EliminarAle, pues me apunto la película que para mí es novedad.
El libro creo que te puede gustar. La película está muy bien, pero no me llega a gustar la interpetación del párroco zulú, sí la del padre blanco.
Pero el libro creo que en una apuesta sobre si te pudiera gustar o no, la ganaría. Ya veremos.
Gracias por tus palabras tan agradables como siempre.
Otro beso.