COMPRAR |
Escritor: Naguib Mahfuz
Un libro de lo más actual, a mí me
ha incluso recordado a ratos lo que actualmente parece que se está
cociendo en España, en la que parece que la política a la que
estamos acostumbrados pudiera correr peligro. Dice uno de los
personajes: “la verdad es que en la actualidad el hombre, sea cual
sea su posición social, carece de valores morales. Somos un país de
burbujas”. Esto de las burbujas tiene su gracia.
El título hace referencia a las
codornices, ya que una de las rutas migratorias de éstas pasa por
Egipto. Se dice que allí, en otoño, las codornices agotadas por el
duro viaje descansan de su “penoso vuelo anhelantes de refugio”
“¡Cómo nos parecemos a la playa de Alejandría en otoño!” se
lamentará nuestro protagonista derrotado por los nuevos vientos.
Son los vientos de 1952, una corrupción
general gobierna el país. El postureo gusta a los partidos
existentes, partidos que se sientan frente a frente aunque “les
unan antiguos lazos de amistad, la mayoría de ellos hacían como si
no se conocieran”. Sin embargo algo tienen en común: asegurarse su
propia tranquilidad.
¡Pero! un espíritu exaltado socialista y
nacionalista se va aproximando cada vez más. Llega la revolución
egipcia de Nasser, que con el golpe de estado de 1952 la clase
política corrupta tiene que ir despidiéndose de sus cómodas plazas.
Isa, nuestro corrupto político protagonista,
es uno de los que se verá derrotado por estos nuevos tiempos. La
monarquía parlamentaria y los partidos son disueltos. Se inicia la
purga de políticos.
Isa, fuera del sistema, “exiliado sin
exilio”, expulsado de la Historia, deambula por su país, vacío,
dividido, nostálgico por la promesa que en un día fueron;
envidioso por lo que otros harán y que ellos olvidaron hacer cegados
por la corrupción. “Éramos la vanguardia de una revolución y
ahora nos hemos convertido en los desechos de otra”.
El libro cuenta la evolución de este
personaje que se encuentra desubicado y al que cuesta aceptar no formar parte ya de la Historia, para el que aunque le dieran trabajo no tiene trabajo que hacer. No empatizaremos demasiado con
él, una vida falsa cuya fealdad terminando asqueando al protagonista y al lector.
Siempre que leo a Mahfuz,
independientemente del tema que aborde, me resulta por la mezcla de
elementos que utiliza, libros entrañables. Este en concreto no me lo
ha parecido tanto, salvo algunos detalles como el sufismo; o la naturaleza
que no se detiene; y cosas así, aunque es verdad que cuenta con un
final de un simbolismo que sí ha conseguido dejarme esa agradable
sensación. ¡Qué maravilloso es estar borracho sin haber bebido!
NOTAS PERSONALES:
- En 1952, antes de que se disolviera el Parlamento, se contaba con los siguientes partidos:
- El partido Wafd - que es el partido de nuestro protagonista – se podría decir más de izquierdas;
- El partido de la Unión, que representaba a los monárquicos;
- y el Partido de la Constitución, partido más bien de derechas.
- El partido Wafd, que contaba con una meritoria historia se fundó en 1919. Era un partido nacionalista, que en sus inicios surgió para negociar la independencia de Egipto de los ingleses. Su líder y fundador fue Saad Zaghlul, personaje histórico que de una forma u otra siempre cuenta con un espacio reservado en casi todas las novelas de Mahfuz.
- Saad Zaglul (1860-1927) consiguió ser Primer Ministro en 1924-1927. Llevó a cabo numerosas reformas, especialmente en lo referente a los derechos de la mujer y consolidación de una creciente clase media, pero tras su desaparición, el partido cayó en la corrupción que caracterizó la política egipcia en tiempos del rey Faruq, que es precisamente el tiempo que en esta novela va a desaparecer con la revolución egipcia de Naser.
- La revolución de Naser fue en un principio buena porque se le atribuyó:
- La abolición de la monarquía
- El final del feudalismo
- Y la salida de los ingleses. Algo que parece que el partido Wafd, en su lucha, ya había olvidado, más preocupado por conservar su porción de poder.
- Se muestra en la novela la semilla de la corrupción en el sistema nuevo, por los movimientos de sus personajes. Gracioso cuando dice uno de los hombres del nuevo gobierno: “te ofrezco también la oportunidad de emprender una nueva forma de vida, ya que nuestro propósito al crear la Compañía es servir a los intereses del Gobierno”.