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Mi primer contacto con la reportera Cristina Morató fue con sus libros “Las damas de oriente” y “Las reinas de Africa”. Unas joyitas.
Por eso compré este trabajo, a pesar de la resistencia inicial que este tipo de títulos: “Divas rebeldes”, me provocan.
Estas mujeres, si bien no arrastran vidas tan fascinantes, también pueden, a través de sus vidas, enseñarnos un sector de la sociedad de este siglo XX, en una atmósfera que salvo excepciones, está cargada de glamour, interés, ociosidad, dinero y superficialidad y con algún elemento exótico, como la entrada en escena de los arruinados príncipes y nobles de la Europa del Este, sobre todo rusos, que escapando de la persecución de la que eran objeto en su país, eran tan bien acogidos en esta parte del mundo. No puedo dejar escapar al "feo seductor" Aristóteles Onassis, que si digo que aparece en cada una de las historias de estas mujeres, no estaría exagerando.
Estas mujeres, si bien no arrastran vidas tan fascinantes, también pueden, a través de sus vidas, enseñarnos un sector de la sociedad de este siglo XX, en una atmósfera que salvo excepciones, está cargada de glamour, interés, ociosidad, dinero y superficialidad y con algún elemento exótico, como la entrada en escena de los arruinados príncipes y nobles de la Europa del Este, sobre todo rusos, que escapando de la persecución de la que eran objeto en su país, eran tan bien acogidos en esta parte del mundo. No puedo dejar escapar al "feo seductor" Aristóteles Onassis, que si digo que aparece en cada una de las historias de estas mujeres, no estaría exagerando.