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Los días de Jesús en la escuela



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Escritor: John Maxwell Coetzee

Hace unas pocas entradas, me encontraba yo leyendo "La infancia de Jesús", una novela que me gustó hasta cierto número de páginas, a partir de las cuales, mi entusiasmo empezó a decaer hasta quedarme un poco con cara de haba. Igual Coetzee es mucho Coetzee para mí, me dije con la cara de haba, y pasó el tiempo ... ¡Pero!, de pronto, para mi sorpresa, como a traición, me llegan noticias de una segunda novela, ¡presentada como continuación de aquélla!, y ¡claro! como el sapiens es el único animal que cae dos veces en la misma piedra, hice lo propio de mi especie y me lo compré.

Empieza bien la novela con una cita que nos hace sospechar que puede que esta vez tengamos suerte. Me refiero a la cita del Quijote, que nos advierte sobre eso de que nunca segundas partes fueron buenas, porque si esto sabemos que no pasó con El Quijote, estas advertencias lejos de asustarnos nos harán sonreírnos y frotarnos las manos.
En estas novelas, los personajes de Coetzee, como unos inmigrantes en tierra extranjera, llegan cruzando el océano a España, este océano es un mar en sentido literal, pero es también un océano que en sentido figurado sus aguas te limpian de todo recuerdo, para que cuando llegues a las tierras extranjeras tengas que partir de cero, creando tus historias con apenas sombras de recuerdos, sobre quién eres en realidad, y cómo interpretar la realidad que te rodea.

En esta segunda parte, David tiene 6 años, casi 7. Además de las situaciones comunes en las relaciones padres e hijos, destaca la preocupación a la hora de elegir un sistema educativo escolar, qué tipo de educación darle, la convencional, o una más especial, según lo que las modas del tiempo te ofrecen.

El asunto de la educación del hijo, se centra sobre todo en la formación de las creencias, en función de las cuales se forja, si no el carácter, sí los deseos, y lo que te está o no permitido. ¿Cuál es el punto medio entre llevarlo a un sistema educativo estándar en el que el niño no decide, encaminado hacia convertirse en un animal social o tratar al niño como un príncipe dejando que éste decida, que sea su propio amo, (¿y si acaso el tuyo también, jeje?)? Y algo peor, ¿qué realidad encierra más verdad sobre el ser humano: la visión de la realidad de un don Quijote; la del lerdo que se engaña, que anda perdido, asustado de sus pasiones; o incluso la visión de la realidad del criminal? ¿Cuál de todas estas realidades encierra un conocimiento más completo de lo que es el ser humano?

Como Bach está tan presente en esta novela,  habrá que despedirse con él, y así de paso ir probando si su música consigue llevarnos, también a nosotros, directamente hacia las estrellas:

 


NOTAS PERSONALES
  1.  Todas esas preguntas del final de la noreseña vienen a cuento de creer que en la novela pone en duda si la realidad aceptada de nuestra era tiene en cuenta la verdadera naturaleza humana, de si no hay mucho engaño o domesticación en mucho de lo que hacemos, decimos e incluso nos permitimos sentir. De si el ser humano que vive negando su realidad auténtica a base de racionalizarse, le otorga por comparación cierto atractivo a los pocos seres asilvestrados que se atreven a cruzar las líneas, al reconocerlos en su fuero interno como auténticos. No lo dice como reivindicación, por supuesto, puesto que lo desprecia y trata de proteger al niño de este mal destructor, gratuito, sino porque negar esto hace que no se dediquen esfuerzos para entenderlo, y acabamos aplicando al ser humano las mismas medidas cuando en realidad, eso de que somos todos iguales puede no ser verdad. (A modo de broma, digo yo, que por eso muchos encuentran cierto atractivo a la figura de Trump, visto lo visto, jeje).
  2.  La misma idea de desembarcar en una tierra después de haber cruzado el océano del olvido, obliga a hacernos pensar que la novela se cimenta sobre la idea de la reencarnación, pero para mí esto no tiene que ser necesariamente así. El cruzar el océano del olvido para mí tiene más que ver con lo maleable que pueden ser nuestros recuerdos, con lo poco fiables que son, y si acaso, si hay que ponerse transcendente, con la procedencia de nuestra materia, la que sabemos que es inmortal, como dicen los "amigos científicos" de Punset.
  3. Si en la primera novela se encontraban en Novilla, ahora huyendo de las autoridades que querían escolarizar al niño en Novilla, llegan a Estrella. En Estrella, además de la escuela normal, hay tres Academias: la de Danza, la de Canto, y la Escuela del Átomo para los más mayores. Como creo que Coetzee seguirá con estos libros, estará bien ver cómo desarrolla la Escuela del Átomo, en próximas entregas, cuando David, el niño de la novela, se haga más mayor.
  4. En la novela, El niño acaba yendo a la Academia de Danza, allí le enseñan a tomar contacto con la vida en sí; a que tanto mente y cuerpo, y no sólo una de ellas tome contacto con aquello de lo que procedemos, por algo dicen que somos polvo de estrellas. Para este enfoque tan místico eligen la música y el movimiento corporal que la misma te inspira. ¡Pero! no se trata de una música sin más, y aquí viene lo bueno, se trata de una música que tiene que ver con el lenguaje matemático, el lenguaje del universo, y curiosamente Coetzee ha elegido para esto a Juan Sebastián Bach. Digo curiosamente, porque yo que todavía no tengo mucha formación musical, me acuerdo de que en el libro de “Odisea 2001en el espacio”, cuando el protagonista poco a poco, conforme va evolucionando, se va aburriendo de todas las novelas, música y demás, porque encuentra en ellas emociones ya superadas, se queda sin embargo con un compositor: Juan Sebastian Bach, y la razón que da es que debido a su precisión matemática era la única acorde a su nuevo estado evolutivo, y esto es cuando estaba ya casi “fundiéndose” con las estrellas.
  5. El tema del mal gratuito, caprichoso, esa fuerza que busca en esencia destruir lo que es de admirar, bueno, bello, noble, y que encima ya posees, es tratado en la novela. También el arrepentimiento, la realidad de la rehabilitación, y la sanación de la culpa que proviene del perdón y del mirar de forma reflexiva en el interior de uno mismo.
  6. El juego de los nombres es divertido. Algunos ejemplos:
    1. El nombre del Novilla, ¿será por No-Villa o por Se-Villa?
    2. El pueblo de Estrella, puesto porque es donde se encuentran con la filosofía mística del las estrellas en el universo y los números.
    3. El señor Robles, que enseña los fundamentos de la aritmética elemental, el lenguaje abstracto de las matemáticas, buscando como el árbol crear unas raíces sólidas para los conocimientos que después vendrán.
    4. El juego de nombres más llamativo es el de los artífices de la Academia de Danza, que son Juan Sebastián Arroyo (Arroyo en alemán se dice Bach), y Ana Magdalena, que es el mismo nombre de la segunda mujer de Bach.
    5. Las tres hermanas, mecenas de la educación del niño, que aunque no son exactamente parcas, algo las recuerda porque con su apoyo financiero en la educación del niño, intervienen en el destino del chico. Estas tres hermanas se llaman: Consuelo, Valentía, y Alma.
    6. El mismo Dmitri, el criminal, con todos los capítulos dedicados al arrepentimiento, la expiación y la culpa, puede tener un nombre que nos haga recordar al Dmitri de “Los hermanos Karamázov”. También hay un Alyosha en la novela, que puede recordar al otro hermano Karamázov, el de buen carácter y buen corazón, aunque todavía, en esta novela quede sin perfilar demasiado, no sé si en próximas novelas, si las hay, quedará más dibujado.

CRONOLOGIA DE  LOS LIBROS DE COETZEE QUE AQUI APARECEN:
  1. 1980: Esperando a los bárbaros
  2. 1983: Vida y época de Michael K
  3. 1986: Foe
  4. 1994: El maestro de Petersburgo (propuesto a leer en 2016)
  5. 1998: Infancia 
  6. 1999: Desgracia 
  7. 2002: Juventud 
  8. 2003: Elizabeth Costello 
  9. 2005: Hombre lento (propuesto a leer en 2016)
  10. 2007: Diario de un mal año (propuesto a leer en 2016)
  11. 2009: Verano
  12. 2012: Aquí y Ahora 
  13. 2013: La infancia de Jesús 
  14. 2015: El buen relato: Conversaciones sobre la verdad, la ficción y la terapia psicoanalítica
  15. 2017: Los días de Jesús en la escuela