Escritora: Najat El-Hachmi
Es verdad que hay “profecías”
sobre las mujeres marroquíes que nos suenan bastante. Una de ellas
es la de que inviertas lo que inviertas en su educación e
integración, es dinero que se llevará el viento, pues una vez estén
en la edad, se pondrán el pañuelo, se casarán, tendrán hijos, y
nunca más se sabrá de lo que un día pudiéramos haber pensado o
pudieran haber pensado ellas, que podrían haber conseguido para sí
mismas y su comunidad.
Desde fuera, nosotras, tan integradas
en nuestra propia cultura, de la que obtenemos una vida llena de
posibilidades, -al menos por comparación, porque esto sería otro
tema- también obtenemos ese otro alimento necesario y que no se haya
en riesgo; me refiero al vínculo cultural que como si de un lazo
familiar se tratara, nos da el cobijo emocional de la pertenencia tan
necesario.