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Escritor: Daniel Keyes
Charlie es un hombre de casi 33 años.
Es un tonto de buen corazón, bien intencionado, lleno de afecto por
las personas, a las que admira, por lo ¡listas y buenas! que son.
Entre sus deseos siempre ha estado el
de aprender: “Yo no quiero ser celebre. Yo qiero solo acerme listo
como los otros de modo que pueda tener muchos amigos que me qieran.”
Y es que aunque comprende las cosas, lo
hace procesando la poca información que un cerebro de 68 CI puede permitir.
¡Pero! un experimento se ha hecho con
nuestro Charlie, y muy pronto, su limitado cerebro se convertirá en
uno bien potente, uno capaz de procesar e interconectar tanta
información como la que un cerebro de 185 CI te permitiría (no es
por fastidiar, pero la mayoría de nosotros tenemos un cerebrito de
100, y si llegamos).
Y claro, en esta asombrosa evolución,
acompañaremos a Charlie en su averiguación de que nada es lo que
parecía; o incluso, que nada es lo que parece, y muchos más asuntos como, la comunicación, qué es lo que hace que dos personas se relacionen afectivamente, el disfrute del don de la inteligencia con el que cuenta el hombre, y la soledad, entre muchas otras cosas.
La novela es absolutamente empática,
hasta el punto del desasosiego. Es crítica y muy psicológica con
los personajes, aunque también diría que acaba siendo generosa y
muy tolerante con el ser humano.
Para conseguir esto, el escritor hace
que nuestro protagonista hable en primera persona, como si fuera un
diario. Al principio veremos que apenas sabe escribir ni expresarse,
que no sabe juzgar, que no tiene imaginación, tampoco doblez;
pero, poco a poco, la ortografía, el uso del lenguaje y la calidad
de lo contado se va volviendo más complejo, también sus problemas,
sin olvidar que un incierto futuro calará en el ánimo del lector.
En estos recuerdos que ahora
reinterpretará con ese mayor abanico de datos que su cerebro puede
relacionar, escenas del pasado serán comprendidas de otro modo, y
por primera vez reconocerá en su pasado el rechazo, la burla, la
indiferencia, el egoísmo, la crueldad, la mediocridad, …. ¿Sabrá
encontrar el equilibrio entre su crecimiento intelectual y su crecimiento emocional? ¿El
equilibrio entre su subconsciente y su nuevo consciente? ¿Afrontar
el miedo indeterminado del conociemiento que te da una realidad mucho más compleja? ...
Me despido con uno de los pensamientos de Charlie sobre la inteligencia y la ciencia de nuestra cultura:
“Pero he aprendido que la
inteligencia por sí sola no significa gran cosa. La inteligencia, la
educación, y el saber, se han convertido en grandes ídolos. Pero
la inteligencia y la educación que no han sido templadas en el
afecto humano no valen gran cosa. La inteligencia es uno de los
mayores dones del hombre …. la inteligencia sin la capacidad de
dar y recibir un afecto conduce al derrumbe mental y moral, a la
neurosis e incluso a la psicosis. Y digo que la mente absorbida en un
interés egoísta tomado como un fin en sí mismo, con exclusión de
toda relación humana, no puede conducir más que a la violencia y al
dolor”.
NOTAS PERSONALES :
- Dicen los que entienden, que existe una diferencia fundamental entre la forma de enfrentar el asunto de la existencia el Oriente y el Occidente, y que ese enfoque diferente ha marcado cada una de estas culturas. Si bien Oriente se centró en el interior del ser humano, en la naturaleza, desarrollando así, un mayor conocimiento de los diferentes estados de conciencia del hombre. Occidente las buscó en lo exterior, en el mundo, en la Historia, y de ahí, dicen, se podría explicar el desarrollo tecnológico de Occidente, y la conquista. Occidente utilizaría como arma onmipotente al pensamiento; Oriente, considera que el pensamiento como herramienta no da toda las respuestas. El caso es que este enfoque me recordó mucho a esa conclusión de la novela, por eso lo pongo.
- El nombre de “Flores para Algernón” viene por su compañero de laboratorio, un ratoncito al que pusieron como nombre Algernon y que como él comparten experimento.
Leí este libro hace mucho, mucho tiempo, es posible que en el instituto, lo releí, poco después de casarme, ya que Raúl tenía, y tiene, una gran colección de libros de ciencia ficción, y no gustándome mucho este género, aunque siempre digo lo mismo y siempre que leo alguna recomendación me ha parecido genial, como fue este el caso. Hace tan solo unos días la recordé porque en un capítulo de los Simpson se recreaba esta historia. Es lo que tienen estos dibujos, que luego dicen que son para niños JA! La felicidad no tiene nada que ver con la inteligencia, es más yo creo que a mayor inteligencia, menos posibilidad de ser feliz. Alguna vez ya hemos hablado de que ciertas lecturas entretienen y otras nos llevan por caminos peligrosos ¡Nos hacen pensar!
ResponderEliminarSusana,
EliminarAcabo de discutir precisamente ese tema, porque yo no he entendido que la novela dijera que a más inteligencia menos posibilidad de ser más felices, si no todo lo contrario. Ya que me lo pones, me dejas que me aproveche y ponga aquí las notas:
Cuando Charlie acaba encontrando cierto equilibrio entre su crecimiento intelectual y emocional, dice a propósito de esa inteligencia que le permite ver tanto:
"Todos creen que me mato trabajando a este ritmo, pero lo que no comprenden es que vivo en la cúspide de una lucidez y una belleza cuya existencia ignoraba hasta ahora. Cada parte de mí mismo está en perfecta armonía con este trabajo. Durante el día me impregno de él por todos los poros y, por la noche —en los instantes que preceden al sueño— las ideas estallan en mi cabeza como fuegos artificiales. No hay mayor alegría que el estallido de la solución de un problema.
Es la belleza, el amor y la verdad reunidos. Es la alegría. Y ahora que he encontrado todo esto, ¿cómo puedo abandonarlo? La vida y el trabajo es lo más maravilloso que puede tener un ser humano"
Cuando va a visitar siendo inteligente el centro de deficientes mentales, dice de ellos con resignación:
"Seres vacíos desde su origen y condenados a permanecer marginados en el tiempo y en el espacio durante cada uno de sus días".
Ahora eso sí. Venera la inteligencia, y la ciencia, pero reivindica que no puede ir sola, no puede quedar huérfana de la humanidad, no puede ser objeto en sí mismo sin contar con el hombre. Y es ahí donde aparece el texto que pongo al final de esta entrada.
¿Sabes que me encanta la ciencia ficción? casi tanto como la novela negra. Así que ya me entiendes por qué leo tan poca, igual que me pasa con la novela negra, pero le dedicaríe el tiempo.
¡Oye! es bueno saber que tu marido es un especialista en esto. Ya sé a quién preguntar, jeje.
Un abrazo, por aguantar mis rollos :D
¿¿¿¿La vida y el trabajo es lo más maravilloso que puede tener un ser humano??? Pero eso dependerá de lo que trabajes y en qué y de cómo te trate la vida, y de cómo de comprometido estés con el resto de la humanidad... Yo creo que ser feliz no es fácil si te importa el mundo que te rodea, pero bueno, ser parcialmente feliz con tu propia vida eso es otra cosa mariposa jejej En cuanto a qué no hay mayor alegría que la resolución de un problema... Ahí sí os doy la razón, eso debe ser maravilloso!!! jajajaj (Perdón por la bromas y el buen humor ;) )
EliminarSusana,
EliminarPara mí que lo dice en el mismo sentido que Voltaire lo dijo en Cándido. Se refiere al trabajo que te permite desarrollar tu creatividad, el mismo trabajo que reivindicaba Erich Fromm cuando se quejaba de que las cadenas de montajes y sistemas afines habían acabado con el tipo de trabajo para el que había nadcido el hombre, ¿or not? en tu caso .... tu trabajo sería ese trabajo que haces en tus "horas libres" (ya me entiendes a cuál me refiero :P )
Pues no me hubiera fijado en este libro, pero entre tu reseña y ese párrafo tan acertado que has puesto, al final me veo buscándolo...
ResponderEliminarBesotes!!!
Margarí,
EliminarSeguro que te gusta. Desde la primera página.
Lo tengo apuntado desde hace tiempo, creo que me gustará, por lo que he visto en reseñas =)
ResponderEliminarBesotes
Shorby,
EliminarSí. Seguro. Y encima .... no es muy largo. Según dicen los que han leído el libro y visto la película: la película NO se puede ver.
Me alegro que te haya gustado. Voy respondiendo los mensajes del blog y en cuanto vi que ya lo habías reseñado, vine corriendo (o navegando, o como se diga).
ResponderEliminarNo se si a mayor inteligencia mayor felicidad (eso de que los pensamientos estallen como fuegos artificiales por la noche, hace que se pasen noches en blanco -y el insomnio no me parece buen compañero de la alegría-). Lo que si se es que a mayor inteligencia, mayor deseo de auto-indagar y eso puede llevar a la angustia. Me gustaría complementar entre oriente y occidente: aún cuando lo que yo descubra sea una verdad, no es la "verdad" universal. Y no debo atarme a ella, porque de ahí viene la angustia. En oriente se cree que incluso lo que los sentidos descubren (y la razón después de ellos) puede ser una falacia. Sólo se conoce bien lo que introyecta y nos cambia (o se vuelve parte de nosotros, no necesariamente que nos cambie). Creo que me hago bolas. El IC mío no me da para explicarme ;)
Un beso,
Ale.
Ale,
EliminarJajaja, vale, yo intetaré responderte con otro CI de esos que se hacen una bola.
No estoy segura de que a más inteligencia más curiosidad por indagar, me da que eso está en otra parte del cerebrito. Puede que el inteligente navege mejor (me has pegado la palabra, jajaja), pero nonecesariamente tienen por qué sacar más disfrute que el qu tenga esa misma curiosidad, pero no cuente con un instrumento tan potente, y fíjate que por ejemplo, en la novela cuando eligen a un tonto, eligen a Charlie porque era un tonto con muchas ganas de utilizar un cerebrito que no retenía ni relacionaba datos, pero quería. Hay otros que sencillament el esfuerzo de pensar les mata toooda la curiosidad. Yo creo que eso de auto-indagar tiene más que ver con no tener mucha pereza mental que con la inteligencia, lo que pasa es que los que se lucen son los que lo tienen todo: la curiosidad y el cerebro potente.
ResponderEliminarQué se entiende por Inteligencia ?. Hay una teoría del Gato Pérez que era un rumbero y que también estudio físicas que decia :
“Las tres cosas para ir bien por la vida son calle, biblioteca y atalaya”. La calle porque es pisar la vida, lo inmediato, lo más duro, sin disfrazar ni barnizar, tal como es. La biblioteca porque es conveniente tener una ilustración, haber trabajado un poco, haberte formado, tener una cultura y todo eso. Y la atalaya es la capacidad de volar, la capacidad de entender las cosas, de tener una visión cosmogónica de la realidad, de la vida. Y con estas tres patas, estás en buenas condiciones de entender y relacionarte bien con la existencia"
La inteligencia sería la atalaya.
Sí, eso mismo. En tus palabras, según la calidad de tu altalaya serás capaz de hacer mejores o peores aproximaciones de lo que es la realidad en funciòn de los datos que recoges de la calle y de lo que extraes de los libros. Ahora solo falta una rumbita para el fin de semana :D
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=Hh0WfgOP9Lg
EliminarMola, mola, jajaja. Ya el cava y el jerez lo pongo yo, ¡salud!
Eliminar¿es muy largo?
ResponderEliminarBeatriz,
EliminarNo, es más bien corto, y encima engancha desde la primera frase.