Escritor: Dai Sijie
Guardo buen recuerdo de este libro, por ser uno de esos libros que yo encuentro entre novela y cuento, y con un trasfondo muy agradable, el de los libros y sus posibles efectos en el lector. Además, el escenario en el que se desarrolla, que queda tan bien reflejado con las palabras del escritor, es precioso: entre las montañas muy altas de China, desde cuya altura los espacios inmensos, verdes y abiertos son una delicatessen para la vista y la imaginación del lector.
La época, es en plena revolución cultural china, cuando se lanzó una campaña que pretendía cambiar profundamente al país, controlando y limitando el sistema educativo, y por tanto el pensamiento. “Cada centímetro cuadrado de este país estaba bajo control de la dictadura del proletariado”.
Se cerraron universidades. Los estudiantes fueron enviados al campo para ser reeducados por campesinos sin cultura, en la sencillez y dureza de la vida desnuda. No hacían falta más saberes que el libro rojo de Mao, los manuales de industria y los manuales de agricultura. El resto se encontraba dentro de lo prohibido.