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“Notas al pie de Gaza” es un título
inspirado en esas notas a pie de página que aparecen en los textos
que tratan de describirnos algo, y que con el tiempo quedan en el
ovido.
Sabía de Joe Sacco por las referencias
que de él aparecen en otras novelas gráficas que he leído de otros historietistas, y es que Joe Sacco, es un periodista que se ha
ganado el reconocimiento internacional por la forma en que se adentra
en el escenario internacional que elige abordar, por la forma en que
realiza su búsqueda, por su forma de rumiar lo obtenido, hasta que
finalmente nos llega a nostros los lectores en una novela gráfica
tan descriptiva y completa hasta la abrumación, incluso.
Se tratan de novelas gráficas densas, trabajadas y que más allá del impulso inicial de leer por entretenimiento o satisfacción de una curiosdiad que pudiera buscar un lector, acaba encontrando una fuente a la que poder volver a recurrir. Pues además de la cantidad de detalles y riqueza de personajes y situaciones que en el trabajo quedan reflejados, cuenta con una serie de explicaciones, documentos e informes oficiales que se acompañan como complemento al final del mismo.
Se tratan de novelas gráficas densas, trabajadas y que más allá del impulso inicial de leer por entretenimiento o satisfacción de una curiosdiad que pudiera buscar un lector, acaba encontrando una fuente a la que poder volver a recurrir. Pues además de la cantidad de detalles y riqueza de personajes y situaciones que en el trabajo quedan reflejados, cuenta con una serie de explicaciones, documentos e informes oficiales que se acompañan como complemento al final del mismo.
En esta ocasión el tema escogido es
Gaza, y más concretamente el episodio de 1956, cuando el Egipto de
Nasser se enfrenta a Israel y a los aliados de éste último: Francia e Inglaterra (que
estaban deseando deshacerse de Nasser), y entre cuyas notas a pie de página
de este conflicto internacional estuvieron entre otros, las masacres de
Khan Younis y Rafah (ambas en Gaza).
Veremos conversaciones con fedayines de
aquel tiempo y que siguen vivos; personajes buscados en el presente por las fuerzas
israelíes; ex-miembros de Al-Fatah, y activistas en general; también
palestinos críticos con los mismos palestinos, población civil,
interesantes conversaciones con los jóvenes que sin formación y futuro su día a día es el conflicto; Hay también un repaso
de la evolución de los campamentos de refugiados palestinos desde
sus inicios a la actualidad; así como las revueltas palestinas desde las
primeras incursiones en territorio israelí hasta las de hoy; se describe el
por qué del desencanto de los palestinos hacia la Autoridad Nacional
Palestina y muchas otras cosas más, pues ya digo que se trata de un trabajo de lo más completo y muy recomendable para aquellos que de verdad se encuentren interesados en el tema.
El reportero y dibujante y . . . : su reproducción en cómic |
Entre escenario y escenario así de
espeso y abrumador, quedan esparcidas algunas pocas escenas más
ligeras, como la fiesta Eid al-Adha en la que sacrifican a un animal;
conversaciones y fiestas con otros compañeros periodistas o de
organizaciones internacionales; escenas en las que se tienen
conversaciones triviales domésticas con otros palestinos; algunas
bromas y otras risas.
Ya que somos españoles, me despido
con el comentario de un simpático beduino orgulloso de ser árabe y
que en su autocrítica del árabe nos cita al decir: que el árabe no conoce su
propia historia, que el árabe no lee, “La producción cultural de un solo país:
España, supera la del mundo árabe entero. Las dictaduras y el
desempleo hacen que el árabe piense más en su estómago que en su
mente”.
NOTAS PERSONALES:
- Decepción por la OLP de Arafat tras los Acuerdos de Oslo de 1993. Coinciden con Edward Said en verlos como unos acuerdos que no tenían como motivación la causa palestina, sino la supervivencia y mantenimiento del status de la misma organización, con sus negocios empresariales y nivel de vida.
- El 50% de los palestinos en paro y el 70% por debajo del umbral de la pobreza. En un principio existían palestinos que trabajaban por ejemplo en Israel, pero con la violencia creciente, Israel optó por otro tipo de mano de obra barata, como la tailandesa, rumana o china, entre otras. Los pocos que mantenían este trabajo, debían invertir una media de 8 horas diarias en el traslado al puesto de trabajo en Israel. Un tema aparte es el asunto de las comunicaciones que también se cuenta en este libro, (en cualquier caso, incluso estos pocos perdieron estos trabajos tras la toma del poder de Hamás).
- Entre los palestinos que mejor viven se encuentran por ejemplo los que cuentan con cierta formación y trabajan para agencias norteamericanas. Muchos de ellos no creen en lo que hacen, encuentran que los millones de dólares gastados en proyectos como la democratización y organización de la sociedad palestina son gilipolleces, pues de base continúan siendo esclavos. Otros palestinos cultos, a pesar del sueldo considerable que suponen estos trabajos prefieren rechazarlos. Por sistema desconfían de lo que es financiado con capital norteamericano.
- El conflicto de 1956, parece ser que desembocó por un miedo preventivo de Israel al ver que Egipto se iba preparando armándose y financiando a la guerrilla de fedayines, en su lucha por la causa palestina y de su lugar como dirigente legítimo dentro del mundo árabe.
- Algunos cotilleos culturales:
- Parece ser que no se puede “plañir” a los muertos más de tres días seguidos;
- Los muetos que son considerados mártires “no son aseados ni recompuestos, porque la sangre del mártir exhala perfume, la ropa con la que muere es la mejor ropa para que se encuentre con su Dios”;
- Para el palestino cada israelí es un soldado, pues entran al servicio militar con 18 años, y una vez terminan este servicio, continúan manteniendo la instrucción, haciendo cada año 40 días de servicio;
- Dice uno de los taxistas del libro: “los americanos nos pisotean, a unos detrás de a otros, a nosotros primero, pero es que ahora está Iraq, y después atacarán Siria” (este libro se escribió en 2009, antes de lo que está sucediendo en Siria actualmente).
Cuando por primera vez me acerqué a Sacco, pensé que me adentraba en ese mundo del Cómic que ya voy conociendo, pero lejos de eso me encontré una obra densa, densísima que las viñetas no aligeraban demasiado. Quiero decir que efectivamente quien se acerque a él debe saber que poco tiene que ver con la imagen general que tenemos del cómic o libro gráfico.
ResponderEliminarDicho ésto, merece la pena acercarse a su trabajo, bueno, mucho más que "merece la pena" es casi obligatorio en estos tiempos que corren.
Buen libro y buena reseña!!
Besicos
Susana,
EliminarSí. Engañan las viñetas. Pero necesita su tiempo. Ahora probaré con otros suyos sobre Palestina, y que creo que escribió antes de éste.
Es un historietista-reportero con premios. Me parecen que merecidos. Pero hay que tener ganas de meterte en el tema. Aunque cuando se coge un libro es para eso, ¿or not?
Icíar:
ResponderEliminarestando acá con la reforma energética, los impuestos y el narcotráfico a todo lo que da, pocas ganas tengo de meterme en estas historias. Pero tomo nota que es un buen libro incluso para educarse en temas de este conflicto. Aunque no se si lo leería en este momento.
Un beso,
Ale.
Biblioblulíminca,
EliminarPues eso Ale, ya conoces a Joe Sacco. Hay que tener ganas en el tema, eso es primordial con este historietista y periodista.