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Entretenida, de fácil lectura, y con
un inteligente y burlón sentido del humor. En una apreciación muy
personal me ha resultado casi como una novela negra a la que vas
viendo poco a poco transformarse en una especie de distopía.
Nuestro protagonista, aunque no sea
precisamente un detective, cuenta con unos rasgos de carácter que
bien pudieran recordarnos al detective pasado de rosca que aparece en
las novelas negras. Este Za Za es un cincuentón de logros mediocres,
vida grotesca, de los que se quedan dormidos viendo el canal de
deportes o gusta andar por casa con un kimono vietnamita. Es
solitario o por lo menos evita el tipo de compañía que proporciona
intimidad. Le gustan las jovencitas, pero es realista, mejor
mantenerse a distancia, todo sea por "mantener
a salvo su corazón y el de los demás".
Para no desentonar con esta atmósfera,
Za Za comparte un pasado muy a juego que le hace conocedor de los
negros escenarios donde sujetos nada convencionales giran
en torno a la existencia, por ejemplo, de uno de los negocios más
rentables del mundo, nos referimos al "negocio de la alegría",
-como él mismo lo llama-, es decir, el narcotráfico.
Pero
ya decimos que esto fue pasado. Ahora se encuentra enredado en la
tranquilidad, a la que ansía por encima de todo, la tranquilidad e
invisibilidad del viejo que el mundo ya no ve. En este sentido Za Za
es un joven jubilado, o como él se dice un "viejo vocacional".
¡Pero,
nada es para siempre!: algo nuevo y colosal entra en escena, una
nueva sustancia que podría copar y cambiar todo "el negocio de
la alegría". Y es en este punto, donde la novela poco a poco va
girando hacia una especie de distopía, porque mucho va a tener que
ver con la política y las redes invisibles de los que dictan, con los individuos, su naturaleza primitiva, una forma de vivir
y planteamiento de lo que es "este embrollado, sucio y por fin
innecesario asunto de la vida y la muerte".
El
escenario elegido por el
escritor para este despliegue que tanto tiene que ver con la alegría que da perdernos un poco de vista; de escapar de nosotros mismos; de vivir sin peso; ligeros como plumas, sin equipajes; es perfecto:
Ibiza, año 2013, "el mausoleo predilecto de un millón de
muertos vivientes que llegan del mundo entero" cada verano, en
busca de una superficial felicidad, del disfrute de los
excesos, "desenterrando una enfermedad escondida dentro de al
menos el 85% de los mortales". La risa fácil, floja, la risa
del simio que no busca, no piensa, que no necesita de preguntas ni
respuestas.
"Si
el alma se ve de pronto
desasistida por las razones del grupo, será el alma quien perezca,
equivocada o no, y en ningún caso el grupo. Somos mejores que
nuestros conflictos, porque nuestro sueño más grande, o el único
que de veras cuenta, es la supervivencia del grupo. De ahí el simio,
de ahí su risa".
No
puedo negar que la trama
despierta la curiosidad del lector, en mi caso a seis páginas del
final, todavía no fui capaz de prever con qué sorpresa final este
escritor iba a finalizar la historia. Me ha gustado la historia, el
final, en mi exageración muy del estilo de "La invasión de los ultracuerpos". Sólo si acaso una pega: que me hubiera gustado que las ideas que contiene el libro se
hubieran explotado mucho más.
NOTAS PERSONALES:
- Se explota la idea (aunque muy de pasada) de la correlación entre miedo y felicidad. Esto me recuerda lo que Punset comentaba en una de sus entrevistas con uno de "sus amigos los científicos": "La felicidad es la ausencia de miedo".
- Leer un libro de Joseph Conrad: "la línea de sombra", en la que un capitán de barco se encuentra desesperado ante la calma total del mar, esa tranquilidad que espanta a la mayoría y que sin embargo adora el protagonista de esta novela.
He leído una entrevista del escritor recientemente y tenía mis dudas, la verdad. Loriga está como cambiado, ¿no? No sé, revisando la locura del pasado y todo eso.
ResponderEliminarMe causa curiosidad, eso sí.
Ya veremos. Gracias
Besos
Varmenzity,
EliminarYo es que no conozco a otro Loriga. ¿Me recomiendas alguno de él?
La tengo apuntada en mis probables, pero no como algo definitivo con todo lo pendiente que tengo en la estantería que ya empieza a ser preocupante, jajaja
ResponderEliminarBs.
Angela,
EliminarSí, eso es algo que compartimos, jeje
Más reconozco a este hombre como relacionado con el cine que con la literatura, que también, claro, pero si alguien ha dirigido a Viggo Mortensen en una peliculilla, pues eso, que una no olvida jejeje. También sé que ha trabajado con Almodobar, pero reconozco no he leído nada de él.
ResponderEliminarDe lo que desde luego me alegro mucho es de poder volver a leerte los viernes por la mañanita que ya se te extrañaba ;)
Buen regreso este en el que nos llevas hasta la Isla de Ibiza de la mano de este autor al que, si dices que despierta curiosidad, habrá que hacerte caso y ver de qué va la cosa.
En cualquier caso: Bienvenida a tu casa :D
Susana,
EliminarPues qué agradable acogido Susana, así a una le alegra doblemente estar de vuelta.
El final no me sorprendió mucho, me esperaba algo similar pero resulta excelente. Ha sido mi primer acercamiento al autor y me ha gustado.
ResponderEliminarSaludos!!
Lu,
EliminarTambién ha sido mi primer acercamiento, esto tiene de bueno lo de las lecturas conjuntas :D. Con respecto al final, a mí tampoco me sorprendió, me dio igual, pero sí que tengo que reconocer que no tenía ni idea de por dónde iban a salir los tiros.
Hace unas semanas escuché al autor en una entrevista en la radio, y me llamó la atención lo que comentó sobre este libro, y otros aspectos de su vida.
ResponderEliminarSupongo que será una novela que acabará cayendo en mis manos, y a ver que tal ese final.
Un abrazo
Blanca,
EliminarEs de fácil lectura, ligera, pero sin embargo no ees tonta para nada.
Por mucha reseña positiva que veo de este libro, no termina de llamarme...
ResponderEliminarBesotes!!!
Margarí,
EliminarPues no sé bien qué decirte .... no pasa nada, ya caerán otras. :D
pues yo no conozco "La invasión de los ultracuerpos" pero tampoco me veo con ganas :D jajaja.
ResponderEliminarCreo que este me lo voy a saltar, y eso hará inmensamente feliz a mi plan lector.
Un beso,
Ale.
Ale,
EliminarBueeeeeeeno, pero ..... ¡Y si te hubiera tocado! porque ha viajado a México (que a nadie se le ocurra escribir Méjico) aunque se haya metido en otra portería, jeje
ayy ni me recuerdes lo de Méjico ¡ayyy mis compatriotas!!!!
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