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El corazón de las tinieblas

Escritor: Joseph Conrad

Siglo XIX, en plena época victoriana, un barco navegando por el Támesis, entre nieblas, tinieblas y oscuridad, uno de sus tripulantes, Charlie Marlow, en voz alta y como si hablara al vacío, empieza a rememorar un viaje realizado años atrás, remontando río arriba para internarse en el interior de África, el corazón de las tinieblas como él le llama, no sólo por las características de estas tierras no domadas por el hombre, imprevisibles, desconocidas, en la que no enfermarse era un triunfo; sino también porque en ese viaje, el viajero se encontrará en situaciones límite, en las que desde la soledad más inmensa, en estas tierras inmóviles, habitadas por seres salvajes donde lo peor era “sospechar que no son inhumanos”, sino humanos, y que te obligará a “confrontar esa verdad con tu propia y verdadera esencia”. En este viaje uno tendrá que enfrentarse a sí mismo, a su interior, a sus tinieblas, y no enloquecer.

Dicen “las malas lenguas” que este libro está inspirado en un viaje que este escritor, capitán de barco, realizó al interior del Congo, en épocas de Leopoldo II (y no habla la Historia muy bien de lo que allí se realizó en tiempos de este monarca, precisamente)

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La Perla

Escritor: John Steinbeck

La Perla es un cuento corto que se desarrolla en Méjico, en un pequeño pueblecito de pescadores de perlas. Kino, Juana y su niño son una familia de indios que viven ajustados de lo que consiguen de la pesca. Llevan una vida de subsistencia, aunque apacible.

En el cuento, de una forma muy “poética”, llama a ese lenguaje interior que rumiamos y que siempre nos acompaña: La Música, la melodía que llevamos con nosotros, y que según suena, nos da la dicha o la desdicha.

Un acontecimiento dará un vuelco radical a sus vidas, y ¡claro está! : a esa melodía. Encuentran la perla más grande del mundo, del tamaño de un huevo de gaviota, la perla en la que pueden ver reflejados el cumplimiento de todos sus deseos, la perla que puede cambiar el destino de ellos, y sobre todo el futuro de su niño.

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Café Karnak

Escritor: Naguib Mahfuz

Una reseña cortita para un libro cortito. Nos vamos a Egipto, alrededor de 1970.

El 23/07/1952 los oficiales del ejército egipcio, con Nasser a la cabeza, llevaron a cabo una revolución socialista nacionalista que derrocó a la monarquía del rey Faruk, que era considerada como una figura títere de los ingleses, así como la cabeza de un sistema lleno de corrupción que gobernaba sobre un pueblo que vivía en la miseria y con no muchas esperanzas.

El escritor para dar voces a sus personajes nos lleva a un café cualquiera del Cairo alrededor de 1970, al Café Karnak, regentado por Qaránfula, una ex-bailarina del baile del vientre que fue la que lo exportó como una forma de expresión artística. Allí, entre charla y charla, amores y amistades, se reúnen desde los viejecitos que pasan el tiempo intercambiando truquitos para prolongar la vida que ya se quiere escapar, y para los que cualquier momento anterior fue mejor que el actual; y los jóvenes, que por edad son hijos de la revolución, con toda su energía y sus convicciones. 

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Doña Bárbara

Escritor: Rómulo Gallegos

La novela se desarrolla en el cajón del Arauca (Venezuela). En el mapa he visto que en el mismo lugar hay un Parque Nacional llamado Santos Luzardo, y Santos Luzardo es el nombre de nuestro protagonista.

Santos Luzardo, tras un período en la ciudad de Caracas, regresa a las tierras latifundistas de su familia, en manos de nadie. Estas tierras que dan vida al llanero y que últimamente han ido a menos: doña Bárbara, temida por todos, va comiéndole terreno, poco a poco, con la ley del llano, donde caben sus malas artes, litigios apañados, y despliegue de sensualidades. Dominar al hombre.

Santos Luzardo, “de raza enérgica pero también con los ideales del civilizado”, como un auriga, se debate entre dejarse llevar por la llamada de la barbarie, por esa barbarie que todo lo puede, “que no pone límites al hombre”; o por llevar otro tipo de fuerza, la fuerza civilizadora, la única que a su juicio podría dar prosperidad a la región del Llano. “Hay que matar al centauro que llevamos dentro”. La contraposición entre la vida civilizada de la ciudad, a veces abúlica y los sentimientos que se despiertan “en la hombría producido por el simple hecho de ir a caballo a través de la inmensa sabana”, en esa “llanura bella y terrible a la vez, en la que caben, holgadamente, hermosa vida y muerte atroz”.